Política Sectorial
Cambios para el sector: AFIP avanza hacia la factura digital
|Argentina|
A partir del 31 de marzo del año 2019 entrará en vigencia la generalización de la factura electrónica, según adelantó en una reciente conferencia de prensa Leandro Cuccioli, actual administrador federal de AFIP.
El objetivo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es digitalizar por completo los procesos de facturación para determinar impuestos en forma directa. De esta manera, la entidad no debería esperar que los contribuyentes establezcan cuánto tributar de IVA, sino que lo haría en función de sus débitos y créditos. Para esto, debe poder acceder a la información de los mismos de manera ágil e inmediata, mecanismo sólo posible de lograr a través de datos digitalizados.
Esta noticia no cayó del todo bien entre los operadores mayoristas de los mercados frutihortícolas, al considerar que este tipo de medidas acentúan la rigurosidad de los controles en un sector formalizado, mientras que la venta ilegal por fuera de los grandes centros de distribución sigue siendo un problema que ataca gravemente la rentabilidad de la actividad.
“En teoría está perfecto para evitar la venta en negro. Pero en la práctica sigue estando mal. En los mercados de Argentina es siempre lo mismo: la AFIP promete que las reglas van a ser parejas para todos y al final terminamos siendo perjudicados los mismos de siempre: los que estamos inscriptos, los que tratamos de mantener equilibrado nuestro balance impositivo. Aprietan al de siempre, pero al que ellos saben que está de manera ilegal, nunca lo tocan”, opinó sobre la situación Alejandro Gómez, operador salteño.
Lo cierto es que dentro de algunos meses, salvo el monotributo social (que mantendrá sus trámites en papel) la facturación deberá realizarse de manera electrónica. El Estado Nacional planea avanzar, esta vez definitivamente, hacia la modernización o "despapelización" de este tipo de gestiones, alcanzando un mayor grado de formalidad y transparencia en las actividades productivas y de comercialización.
En este nuevo esquema, el vendedor facturará digitalmente y el comprador recibirá en su teléfono o PC la factura. A esa altura, AFIP ya sabrá quién compró, por cuánto y a quién (y viceversa).
Carlos Otrino, secretario de la Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas (Fenaomfra) brindó a Revista InterNos su opinión al respecto del anuncio: “Lo peor que le puede pasar al sector al frutihortícola es no ver que este sistema se implementará. Si no lo visualizamos, no estaremos preparados y luego nos encontraremos con un problema”.
El reclamo de muchos operadores es la falta de formalidad existente en el sector ante la cual “no se hace nada”, profundizando en cambio la rigurosidad de los controles a quienes sí integran el sistema dando cuenta de sus operaciones comerciales. “Hace 18 años que estoy en el mercado. Y siempre escucho lo mismo: nos prometen que las reglas del juego van a ser parejas, pero siguen siendo para algunos sí, para otros no”, declaró un operador integrante de Fenaomfra.
En este sentido también se expresó Otrino, quien entiende válidos los reclamos de los empresarios de la actividad. Sin embargo, considera que “lamentarnos porque sean pocos los formalizados no solucionará el problema”. Por eso, invitó a integrarse lentamente a estos cambios, pero sin dejar de exigir a las autoridades nacionales, provinciales y municipales “que se realicen controles en los territorios” ya que esta es la única forma de que la formalización llegue a todos los sectores de la cadena por igual.
Puntualmente, el dirigente de Fenaomfra apuntó a la venta ilegal: “El camino que ha elegido transitar Fenaomfra es el de garantizar que los que no están en el sistema comiencen a estarlo, para que no se perjudique al operador de mercado mientras afuera se desarrolla una venta espuria que no tributa y tampoco garantiza inocuidad y calidad”.
Por lo pronto, desde el sector se mantienen a la expectativa por el reciente anuncio de AFIP. Cierto es que reglamentar las nuevas resoluciones llevará tiempo, pero parece que más temprano que tarde este será el camino que regule el régimen de facturación nacional.