Política Sectorial
Ricardo Negri, de Senasa: “La horticultura tiene un nivel de informalidad que me avergüenza”
|Argentina|
En la edición XXVI del Congreso Aapresid realizado en Córdoba, el titular del Servicio Nacional de Seguridad y Calidad Alimentaria, Ricardo Negri, fue muy crítico con el sector hortícola y aseguró que los altos niveles de informalidad impiden garantizar la inocuidad de las verduras producidas en nuestro país.
Durante el panel denominado “Alimentos argentinos, ¿producimos y consumimos calidad?”, Negri dijo no poder afirmar que la totalidad de los alimentos consumidos en Argentina sean previamente controlados. “Hay muchas cadenas que tienen un nivel de informalidad que a mí me avergüenzan. La horticultura tiene un nivel de informalidad que me avergüenza, por eso la importancia del DTV y trabajar con AFIP”, expresó el funcionario.
En este sentido, el ex secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca en el Ministerio de Agroindustria de la Nación agregó que “la informalidad no genera responsabilidades ni en lo público ni en lo privado” y eso impide resolver los problemas de fondo como la trazabilidad y la sanidad de la mercadería.
Para avanzar en estos aspectos, el Senasa continúa implementando el Documento de Tránsito Vegetal (DTV) en diferentes producciones hortícolas y frutícolas. En el mes de febrero, la obligatoriedad de su uso se ampliaba a pimientos, duraznos y pelones. Y hace algunas semanas las hortalizas pesadas también ingresaron dentro de la normativa, incluyendo a las papas, el ajo, la cebolla y los tubérculos andinos.
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Quien también quiere aceitar sus mecanismos de control es AFIP. Con el objetivo de intensificar los controles a campo, el pasado mes de julio “advirtió” a más de 25 mil establecimientos rurales que podrían estar cometiendo irregularidades en la contratación de trabajadores.
Además, recientes declaraciones del administrador federal de la AFIP, Leandro Cuccioli, dejaron en claro que desde el organismo buscan avanzar hacia la digitalización de los procesos de facturación para determinar impuestos en forma directa dentro de los mercados de abasto, es decir, reforzando también los controles en la comercialización de frutas y verduras. De esta manera, las contribuciones se harían de manera automática en función de los créditos y débitos de cada empresa, dando transparencia y agilizando el mecanismo.
El aumento de regulaciones y fiscalizaciones por parte de Senasa y AFIP son recibidos con reticencia tanto en las quintas como en los mercados mayoristas. Sin embargo, parece ser este el único camino para que los organismos estatales puedan verificar la inocuidad de los alimentos que se producen, siempre y cuando eso no represente "ahogar" la actividad de un sector que de por sí ya debe trabajar a contrapelo de los factores climáticos, un dólar disparado y un consumo endeble.