Política Sectorial
Arandaneros estadounidenses se oponen a la restricción de las importaciones
|Internacional|
En octubre del año pasado, Estados Unidos comenzó a evaluar la posibilidad de restringir las importaciones de arándanos con el fin de proteger su industria nacional. Sin embargo productores y empresas norteamericanas consideraron que estas medidas, lejos de beneficiar la producción nacional, afectarían directamente la demanda de la fruta en el país y conformaron la Blueberry Coalition for Progress & Health para mostrar su desacuerdo.
Algunas de las políticas que el gobierno analiza aplicar son la creación de nuevos aranceles, cuotas máximas de exportación, segmentación de las ventas o incluso cerrar definitivamente el mercado. El tratamiento está en manos de la Comisión de Comercio Internacional (ITC), entidad que llevará a cabo una auditoría el próximo 12 de enero y deberá determinar las medidas a implementar.
En este marco, los representantes estadounidenses del sector formaron la Coalición con el objetivo de garantizar a los ciudadanos estadounidenses fruta durante todo el año. Los productores locales aseguran que por sí solos no pueden abastecer a la totalidad del mercado interno y que por eso el rol de las importaciones es fundamental, ya que garantiza una oferta de fruta constante.
El 80% de los arándanos frescos que importa Estados Unidos no implica una competencia directa con su cosecha nacional. Por lo tanto, los arándanos que provienen de países como Chile, Perú y Argentina se encargan de cubrir la demanda en los meses en que los productores locales no pueden hacerlo.
“Una medida de salvaguardia solo perjudicaría a los consumidores estadounidenses al aumentar el precio de las importaciones y disminuir la oferta de arándanos sin brindar ningún beneficio real a la industria nacional, que no puede reemplazar las importaciones”, explicaron desde la Coalición.
Otro de los argumentos de los productores estadounidenses se relaciona al crecimiento que el consumo de arándanos ha tenido en el país. De acuerdo a los datos que la coalición difundió, Estados Unidos atraviesa su máximo histórico de consumo per cápita, que ronda las 1,79 libras. Esto representa un aumento de más del 300% desde el año 2005.
“Con más del 75% de los estadounidenses consumiendo una dieta deficiente y con un aumento de la obesidad y una disminución de la buena salud en general, debemos apoyar el crecimiento continuo y el suministro de productos saludables a todas las comunidades”, manifestó la Blueberry Coalition.
¿Cómo afecta a Argentina?
De hacerse efectivas las políticas restrictivas de Estados Unidos el impacto en los países exportadores sería directo e inmediato. Nuestro país, por ejemplo, comercializa el 60% de la producción de arándanos a Norteamérica. Lo mismo sucede en Chile y Perú.
En este escenario es que los países latinoamericanos pusieron en marcha algunas estrategias con el objetivo de hacer frente a este debate. Contrataron abogados y economistas especializados en comercio internacional y sumaron apoyo político de asociaciones o cámaras de productores de cada uno de los países involucrados.
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En el caso de Argentina, bajo el ala del Comité Argentino de Arándanos (ABC), acompañan entidades como los Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), Productores de Arándanos de Tucumán (APRATUC) o la Cámara Argentina de Productores de Arándanos y otros Berries (CAPAB), entre otros.
“Nuestra ventana es de contraestación. Ellos dejan de cosechar mediados de agosto, y la campaña argentina comienza en septiembre con las primeras frutas, mientras que el volumen aumenta hacia octubre y noviembre. En realidad, lo que estamos haciendo es abastecer a un mercado que tiene gran demanda todo el año. Dudo que prescindan de la fruta en épocas en que ellos no tienen”, explicó Jorge Pazos, titular de CAPAB, a InterNos.