Olivicultura argentina

Dicen que hablar del olivo es hablar del comienzo de la historia. No sabemos si será para tanto pero lo cierto es que la historia de la producción olivícola en nuestro país es digna de ser recordada.
Según los investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el olivo figura entre las primeras plantas introducidas desde España al continente americano. Si bien la introducción a la Argentina no está bien dilucidada lo cierto es que los olivos comenzaron a multiplicarse y consecuentemente a producir.

Según lo explica el INTA en un adelanto de su publicación impresa, INTA Informa, el olivo es una producción típica del noroeste del país. Existen alrededor de 105 mil hectáreas cultivadas de las cuales el 70% está implantado bajo riego. Catamarca, La Rioja y San Juan lideran la producción argentina seguidas por Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Río Negro y San Luis. Catamarca destina el 80% de su producción olivarera a la elaboración de aceite, mientras que en La Rioja el porcentaje mayoritario está dirigido a la industria conservera. La época de la cosecha se inicia hacia fines del mes de enero en la provincia de Córdoba y se prolonga hasta mediados del mes de mayo, comenzando con las variedades de conserva y siguiendo por las aceiteras. En el sur de la Provincia de Buenos Aires, la cosecha se extiende hasta fines de junio.

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