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Suman variedades de papas en el Depósito Mundial de Semillas

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|Mundo|

Recientemente fueron incorporadas 750 variedades de papas de los pueblos andinos a la bóveda ubicada en Noruega en la que se salvaguardan, para generaciones futuras, casi 860.000 variedades de semillas.

Hace pocos días, representantes de Perú, Costa Rica y Noruega, junto al Director General de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, participaron de la celebración de un acto en el que se sumaron 750 variedades de semillas de papa a este Depósito Mundial.

Al acto asistieron representantes de las comunidades originarias andinas que colaboraron en el establecimiento del Parque de la Papa (un área de protección y preservación del patrimonio biocultural indígena en Cuzco) y científicos del Centro de Investigación Agronómicas de la Universidad de Costa Rica, que aportaron parientes silvestres de la papa a la esta gran colección de semillas.

El Depósito Mundial de Semillas  está ubicado en el archipiélago de Svalbard, Noruega. Es una instalación situada en una isla –en el corazón de una montaña- que tiene como objetivo el almacenamiento de semillas y su salvaguardo de desastres naturales o provocados por el hombre. Contiene la mayor colección del mundo de semillas.

El funcionamiento del Depósito está financiado por el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos (Global Crop Diversity Trust), una institución cuya misión es conservar la diversidad de cultivos del planeta para la seguridad alimentaria de las generaciones presentes y futuras.

Por su parte, Perú también cuenta con una sede del Centro Internacional de la Papa. Este Centro fue creado para reintroducir variedades de papa sobre el terreno, y preservar estos recursos fitogenéticos vitales en bancos de germoplasma. Esta organización alberga la mayor colección de papas del mundo.  Desde el 2002 hasta la fecha ha entregado más de 400 variedades de muestras de papas a comunidades de pueblos originarios. Dicho trabajo, fue realizado de manera conjunta con Los Andes, una asociación civil que trabaja con organizaciones indígenas en el desarrollo de modelos de manejo adaptivo del patrimonio biocultural indígena que afirman los derechos y responsabilidades que las comunidades tienen sobre este, y fortalecen la soberanía alimentaria, de salud y el sustento local.

La incorporación de estas semillas fue facilitada también, gracias al Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO que tiene como objetivos generales: reconocer la enorme contribución de agricultores de todas las regiones del mundo a la diversidad de los cultivos que alimentan el mundo; establecer un sistema mundial para proporcionar a los agricultores, fitomejoradores y científicos acceso gratuito y fácil a los materiales fitogenéticos; garantizar que los usuarios compartan los beneficios que obtienen de los germoplasmas utilizados en la mejora de las plantas o en la biotecnología con las regiones de donde son originarios.

Fuente: www.croptrust.org

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