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Edición 26

Semillas de Sol

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El mercado mundial de semillas hortícolas se encuentra altamente globalizado ya que pocas empresas concentran las tareas de obtención y multiplicación de cultivares. Hoy argentina está dentro de los primeros diez productores de semillas (en total, sumando semillas de cereales, granos, hortalizas y flores). San Juan viene posicionándose a nivel nacional por la calidad del producto logrado en materia hortícola.

Las altas temperaturas, la baja humedad y un promedio anual de precipitaciones de alrededor de los 100 milímetros, le otorgan a San Juan características agro-ecológicas ideales para la producción de semillas. Estas condiciones permiten obtener importantes rendimientos y garantizan un ambiente de sanidad que es fundamental para lograr un producto de calidad y poder germinativo.

En los últimos años, el sector productivo mostró un avance significativo según la recopilación de los medios locales: se han levantado modernos galpones de procesamiento, se sumaron maquinarias de limpieza y clasificación en las diferentes empresas productoras, se armaron secaderos de alta eficiencia, mejoraron los cultivos y los procesos de cosecha y poscosecha. Muestra de este crecimiento ha sido también la instalación de las sedes regionales del Inase (Instituto Nacional de Semillas) y el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) para dar mayor agilidad a la fiscalización y control de la actividad. Ya en 2008 se creó Asprosem (Asociación Sanjuanina de Productores de Semillas), una entidad civil que representa al sector semillero provincial y que trabaja fundamentalmente en el fomento de las buenas prácticas, la organización del sector y la distribución georreferenciada de los lotes, para evitar el cruce de polen entre distintas variedades de una especie. Asimismo, a finales del año pasado, ¡ se hizo el tercer foro de trabajo del Cluster de Semillas de Hortalizas de San Juan constituido con el apoyo técnico y financiero de la Unidad de Competitividad del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP).

Así, en la actualidad, San Juan se posiciona como la principal exportadora de semillas de hortalizas del país con alrededor de 1.100 hectáreas cultivadas para semilla. Sobresalen las produccioes de semillas para cebolla (25% de la superficie cultivada), alfalfa (25 %) y lechuga (20 %) según lo informa el Ministerio de Producción de la provincia. San Juan lideró las exportaciones de semillas de cebolla en los últimos años. Hoy la provincia abastece al mercado interno –contando el Programa Prohuerta– y exporta a los Estados Unidos, Chile y Holanda, entre otros destinos. De acuerdo con el Ministerio de Producción de San Juan, la exportación de semillas de cebolla creció un 500% entre el 2002 y el 2011 y esto se debe, principalmente, a la organización y tecnificación de los productores. Desde el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) subrayaron la noticia: “Lo más destacado de este cultivo es que, a diferencia de la mayoría de los cultivares de hortalizas que son creados y multiplicados por grandes empresas privadas, las semillas de cebolla para mercado interno son producidas por pequeños y medianos productores, tanto para autoabastecimiento como para la venta a partir de cultivares de uso público”, dijo el especialista Julio Gaviola , técnico del INTA La Consulta.

Cooperativas para la producción de semillas públicas

La Federación de Cooperativas Agropecuarias de San Juan (FECOAGRO Ltda.), es una organización de segundo grado integrada por 30 cooperativas primarias distribuidas en los cinco valles que integran la provincia de San Juan. Fecoagro nació como consecuencia de la crisis vitivinícola de 1983. En la búsqueda de alternativas para los productores, surgió el proyecto de “Sistemas Cooperativos Agropecuarios de San Juan”, coordinado por la Agencia de Extensión Rural San Martín del Instituto Nacional Tecnología Agropecuaria (INTA). El 18 de diciembre de 1992 se consolidó la conformación de la Federación de Cooperativas Agropecuarias de San Juan Ltda. En la actualidad, 650 familias componen esta organización de pequeños productores rurales que a su vez se nuclean en las cooperativas federadas. Si bien la Federación tiene diversificada su tarea – producen dulces, conservas, lácteos- su marca distintiva es la producción de semillas. Desarrollan alrededor de 30 variedades. Para el año 2013 la producción rondó los 350.000 kilos de semillas hortícolas.

Las semillas que se producen en las cooperativas de Fecoagro son la que se conocen en el ámbito nacional como “las bolsitas que entrega el INTA” a través del programa ProHuerta. La Federación cuenta con un equipo de técnicos que planifican la siembra de semillas para las dos campañas anuales que se realizan: primavera – verano y otoño – invierno. Arman el plan de siembra para ProHuerta, para venta a terceros y para volver a sembrar al año siguiente.

Ese plan, teniendo en cuenta la cantidad de kilos que da cada variedad de cultivo en particular, se distribuye entre las 30 cooperativas y cada cooperativa de acuerdo con su clima, suelo y disponibilidad de agua y tierra elige determinados cultivos. Se distribuye en forma equitativa y proporcionada por lo que cada cooperativa puede hacer y cada productor hace la implantación.

“Momentáneamente somos dependiente del ProHuerta, pero hoy se nos están abriendo muchas puertas en otros mercados para vender nuestra producción”, dice Juan Manuel Yacanto, productor y síndico de “la Feco”, quien nos abrió las puertas de su finca y conversó con Revista InterNos para comentarnos un poco de qué viene la producción de semillas.

Juan es socio de la Cooperativa Del Este y produce junto a su hermano entre 8 y 10 hectáreas de semillas. Principalmente hace tomate y pimiento, aunque eso varía en función del plan de siembra que se defina previamente en la Fecoagro.

“La semilla tiene un proceso distinto al fresco…uno planta y hay que esperar que madure el fruto y recién ahí se cosecha. Un pimiento por ejemplo lo tenemos casi 9 meses en el campo, la producción es mucho más lenta que la producción para fresco”, remarcó. En su caso, además produce algunas hectáreas para la venta en fresco para contar con liquidez durante el año, mientras se trabaja con la semilla. Juan es miembro de la Fecoagro desde hace 14 años y considera que la labor de la Federación y de las cooperativas ha sido fundamental para el productor local. Asimismo reconoce que hoy son actores fundamentales para seguir progresando. Entre las tareas fundamentales de la organización destaca la renovación de tecnología y la capacitación para poder trabajar cada vez más y mejor.

Por su parte, la técnica del INTA de la Agencia de Extensión Rural San Martín., Ariadna Celi , quien trabajó muchos años ligada a la historia de las cooperativas, en conversación con InterNos, destacó el hecho de que la Federación trabaje con cultivares de uso público y semillas de polinización abierta. Este tipo de polinización ocurre de forma natural a través del viento, la lluvia o los insectos. Las variedades de polinización abierta son genéticamente estables y las semillas resultantes producirán una planta y frutas con características idénticas a la planta madre. Dichas semillas no están tratadas genéticamente. Además, remarcó la importancia del rol de la Federación no solo como motor de trabajo sino también como resguardo del capital genético y cultural que representan las semillas para la sociedad.

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