Finca Campo Alto, dulces hechos como en casa

Yendo por el camino al dique San Jerónimo en la zona de La Cumbre, se encuentra la Finca Campo Alto. El nombre del emprendimiento le hace justicia a su ubicación. No sólo se encuentra a 1300 metros sobre el nivel del mar, sino que también se llega por un camino empinado, subiendo un cerro. José Pezza es el dueño de la finca y quien nos recibe para contarnos de su fábrica de dulces orgánicos y de su producción de frutos. Para José lo que hace no es sólo su oficio, su trabajo, sino que responde a una elección de vida que sostiene hace un cuarto de siglo. “Nosotros no buscamos tanto el peso, el dinero, buscamos más bien una forma de vida, una calidad de vida”, explica. Allí, en la finca vive la familia Pezza. No hay señal de celular (sólo en la parte más alta del terreno), mucho menos internet. Ante el paisaje, podría decirse que no es necesario, distraería, ya que por ver la pantalla nos perderíamos del paisaje, del aroma del dulce que se hace intenso y de los cóndores que, según cuenta José, suelen bajar a saludar.

Finca Campo Alto es la marca de las mermeladas y frutas en almíbar que produce José Pezza en su campo de 8 hectáreas. En la actualidad el volumen de producción que tiene es de entre 4 y 5 mil kilos de cereza y guinda. 25 años atrás este emprendimiento daba sus primeros pasos y José junto a su padre proyectaron tener un lugar en las sierras donde producir frutas. “El proyecto fue tomando distintos caminos, en un principio trabajamos de una forma tradicional, con químicos, asesorándonos con ingenieros agrónomos de Mendoza, hasta que tuvimos una cosecha en la que no supimos qué hacer con la fruta. Íbamos a la verdulería y le pedíamos 7 y valía 5 y pensamos que algo estábamos haciendo mal y el verdulero nos decía que debíamos vender a menor precio que el mercado”, recuerda.

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