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Política Sectorial

Se aprobó por decreto el Libro Blanco para la fruticultura rionegrina

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|Río Negro|

En una decisión que tomó por sorpresa a los distintos actores de la actividad, la provincia aprobó el Libro Blanco de la Fruticultura mediante un decreto firmado por su gobernador, Alberto Weretilneck​. La norma busca sacar al sector de su “crisis estructural”.

El pasado viernes 12 de enero, el complejo frutícola se reunió en Buenos Aires con las autoridades del Ministerio de Agroindustria de la Nación. El sector llevó sus reclamos al ministro Etchevehere para obtener una financiación que le permita alcanzar competitividad nuevamente. Se buscaron puntos de encuentro para avanzar frente a la crisis que atraviesa la actividad.

Es por eso que, días después de realizarse esa reunión y conformarse la Mesa de Competitividad para Peras y Manzanas, sorprende en las últimas horas la publicación del decreto N° 2032 para la conformación del Libro Blanco, el cuál había sido rechazado anteriormente por los integrantes del sector productivo.

El texto de la norma indica que la crisis frutícola es de carácter estructural y trae aparejada años de escasa rentabilidad y caída de empleo en la actividad. “Una pérdida de 8100 puestos de trabajo entre 2010 y 2015” afirma categóricamente el decreto que puede leerse en detalle en el Boletín Oficial de la provincia de Río negro.

Uno de los objetivos de la gestión de Alberto Weretilneck es la reconversión frutícola mediante acuerdos con las cámaras de productores y la Nación. Sin embargo, durante la reunión de la semana pasada en Agroindustria,  ni el ministro de Agricultura provincial, Alberto Diomedi, ni el secretario de Fruticultura, Carlos Banacloy mencionaron la existencia de la nueva normativa, firmada el 27 de diciembre de 2017 pero fue publicada recién ayer. El avance unilateral del gobierno provincial desconcertó a los diferentes sectores de la actividad frutícola.

El diario Río Negro cita en su portal digital las palabras de Carlos Zanardi, referente del sector productivo de Fernández Oro. “El Libro Blanco ya había sido rechazado por la mayor parte de las cámaras de productores cuando fue presentado por el gobierno hace más de un año. No se entiende por qué se vuelve a insistir ahora”.

Por otro lado, el presidente de la CAFI, Pablo Cervi, charló con Revista InterNos y se mostró dispuesto a escuchar las motivaciones que llevaron al gobierno a realizar este decreto. “Hay que esperar, el decreto es del 27 de diciembre y posterior a eso estuvo la reunión en Agroindustria. Creo que hay que apostar al diálogo. Estamos a tiempo, esto no impide que se pueda construir un consenso” expresó el dirigente.

Una de las propuestas del Libro Blanco es que los beneficiarios deban estructurarse en una “Organización de Productores (OP)”. En este punto Cervi es crítico y señala su disconformidad. “No estamos de acuerdo en que haya que estar adentro de la figura de una Organización de Productores para ser beneficiario de los programas que se implementen”.

El presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) señaló que buscarán tomar decisiones de la manera más responsable posible frente a las dificultades que atraviesa el sector. “Independientemente de que haya sido un decreto, en los tiempos de la fruticultura implementar cualquier plan es hablar de 10 o 15 años. Eso excede a varios gobiernos y colores políticos, por eso es importante que tenga continuidad en el tiempo” afirmó.

En el día de mañana la CAFI se reunirá con autoridades del Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería. El encuentro estaba pactado para tratar otros temas, pero frente a la situación actual se abordará principalmente lo ocurrido respecto al Libro Blanco.

“Esperamos entender lo que pasó de boca de ellos, por respeto queremos hablar y ver qué es lo que dicen, cuál es la motivación. Si logramos armar un ámbito de entendimiento las cosas se pueden dar por consenso. Estamos encaminados hacia eso” concluyó Cervi.

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