Política Sectorial
Neuquén: La urbanización redujo considerablemente las chacras frutícolas de la capital
|Neuquén|
Según un artículo publicado por el diario La Mañana de Neuquén, basado en datos publicados en el anuario 2016 del Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) de la Patagonia Norte, el avance urbano ha reducido considerablemente la cantidad de hectáreas productivas de la capital neuquina en los últimos años.
El Departamento de Confluencia (que abarca un total de diez localidades) posee 5958 hectáreas productivas frutas de pepita. De ese total, la menor cantidad se concentra en la ciudad de Neuquén con tan sólo 250 hectáreas destinadas a la fruticultura.
Ubicadas en orden, la localidad de Centenario aparece como aquella de mayor expansión productiva con 1238 hectáreas; le siguen Añelo con 730, Vista Alegre con 498, Plottier con 368, Senillosa con 255 y finalmente la mencionada Neuquén, con 250. Es decir, la capital produce sólo en el 4% de las tierras dedicadas a la fruticultura del departamento.
Alejandro Olivera, periodista del diario regional que publicó el artículo, considera que el crecimiento de la urbanización se dio por las promesas de una vida mejor que traía el desarrollo ligado a la actividad petrolera. Donde antes había peras y manzanas ahora hay una mayor cantidad de viviendas.
Si bien Neuquén capital nunca se destacó por ser una ciudad productiva, es cierto que décadas atrás una gran cantidad de chacras se dedicaban a esta actividad. La manzana fue un ícono en las décadas del 60’ y 70’; la llegada de familias al Valle ocupó gran parte del espacio destinado a las chacras neuquinas.
Los datos del informe publicado demuestran una fuerte caída en el sector frutícola de esta provincia del Alto Valle. En 2009 se contabilizaban unas 7124 hectáreas productivas de peras y manzanas, mientras que en 2015 este número recayó a 6199. Si bien las causas son múltiples (falta de reconversión de las plantas, escasez en créditos para inversión, caída en la demanda, competencia dispar frente a las importaciones) el desarrollo del mercado inmobiliario y el fenómeno demográfico aparecen como nuevas variantes de la dinámica frutícola en la región.