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De Sofovich a las redes sociales: publicitar a la fruta hoy
|Argentina|
Corre el año 1994. El productor y conductor televisivo Gerardo Sofovich corta una manzana durante su programa La Noche del Domingo emitido por el ex canal ATC, actual Televisión Pública Argentina. La marca de la fruta, como recordarán luego varias generaciones, es Moño Azul.
La empresa comercializadora de frutas (hoy a punto de ser vendida) realizó hace 24 años atrás una de las más emblemáticas acciones de publicidad que se hayan llevado adelante en el sector. Durante muchos años fue un denominador común reconocer a Moño Azul como “la marca” de las manzanas.
De eso, han pasado más de quince años. ¿Cómo se publicitan las frutas y verduras actualmente? ¿Qué canales se utilizan? ¿Qué dificultades encuentran las pequeñas y medianas empresas para realizar trabajo de marca? ¿Cuáles son los destinatarios y cuáles las estrategias a elegir?
“Creemos que la publicidad y el marketing son herramientas fundamentales que hay que aplicar, que no son muy utilizadas no sólo en el sector frutihortícola argentino, sino en el mundo. Se habla de que menos del 25% de los productos tienen marca reconocida”, cuenta Jorge Cervi, encargado del área de marketing de la empresa frutícola Cervi, ubicada en el Alto Valle rionegrino.
Jorge Cervi nos explica que en su empresa la estrategia actual no es aumentar los volúmenes de venta sino hacer posicionamiento de marca. “Es un trabajo a largo plazo y con menos impacto inmediato. Sin embargo, hemos recibido buenos comentarios sobre nuestros productos por parte de consumidores finales y propietarios de verdulerías, operadores y compradores de supermercados, donde se nota que el soporte publicitario favorece a la mejora de la percepción del consumidor”.
Este trabajo de posicionamiento lo realizan actualmente a través de una campaña en vía pública, con cartelería en colectivos de línea de la Capital Federal. Además, publican periódicamente en redes sociales imágenes de sus productos para generar un “efecto tracción” donde el consumidor "empieza a vincular la marca con la fruta".
"Lo realizado por Moño Azul es un ejemplo de que, en una actividad donde los productos no realizan este tipo de acciones, plantar bandera tiene un beneficio a largo plazo”, opinó Cervi.
Respecto a esto último, sin embargo, cabe destacar que las acciones publicitarias varían según los objetivos y posibilidades de cada empresa, que pueden ir desde estimular el consumo, posicionar la marca, instalar la temática del consumo saludable o dar visibilidad a los productos, entre otras opciones.
¿Publicitar la fruta es fácil?
Que es un alimento noble, bueno para el organismo, sin efectos contraproducentes en el largo plazo y que brinda energía para realizar mejor nuestras actividades diarias. Todas esas cosas escuchamos decir de las frutas y las verduras. Sin embargo, en el ámbito publicitario no es común encontrar acciones con mensajes similares. Prevalecen los productos industrializados (gaseosas y yogures sabor a fruta, caldos de verdura, puré instantáneo y una larga lista de etcéteras) pero escasea su materia prima.
Esto puede explicarse por los años de ventaja que estas empresas le llevan a sus pares del sector frutihortícola, en muchos casos de menor capital, pero también más reticentes a realizar acciones publicitarias. Así, el estigma de la fruta y la verdura como algo “aburrido” o “poco cool” se instaló definitivamente en el imaginario colectivo dejando lugar, poco a poco, a los alimentos ultraprocesados y poco nutritivos.
En este sentido, es válido tener en cuenta que para los productos del campo el camino no está allanado como podría estarlo para quienes venden un desodorante o un paquete de galletas: el trabajo es doble, porque son escasas las publicidades en medios gráficos y audiovisuales, y el consumidor final no se encuentra familiarizado de esa manera con los productos.
Además, la actual segmentación con la que se trabaja en publicidad hace que los mensajes sobre el consumo saludable (que abarcarían potencialmente a toda la sociedad) se diluyan ante un público heterogéneo, de amplio rango etario, de diversas ocupaciones y círculos sociales.
La potencialidad de las redes sociales
Para los pequeños y medianos comercializadores, difundir sus productos y aumentar sus niveles de venta está siendo hoy un camino necesario. Javier Ripke, operador del Mercado de Productores y Abastecedores de Santa Fe, ve en las redes sociales una herramienta de bajo costo y alto potencial comunicativo para mostrar los productos de su puesto perteneciente a la empresa Geminis SRL. “Creo que hoy se pasa más tiempo viendo contenido en las redes sociales que en la televisión, por ejemplo. Y eso es mucho más práctico, porque se ve en cualquier momento. Yo le doy mucha importancia a Facebook. Es publicidad gratis y no tiene fronteras. Es una carta de presentación, hay que utilizarla seriamente”, explica el operador.
Así también lo entiende Daniel Brandolín, un horticultor y comercializador que trabaja productos cuarta gama desde hace más de 20 años en Paraná, Entre Ríos. Brandolín considera fundamental “llegar a la gente con información” y las redes sociales de Ensaladas Dany funcionan en ese sentido: aparecen recetas, comentarios sobre el valor nutricional de los alimentos y opciones para utilizarlos en distintos platos.
“Para mí es importantísimo que la gente sepa qué es lo que contiene cada fruta y cada verdura. Y que así empiece a consumir más, porque son alimentos sanos y necesarios. Me parece que es buenísimo aprovechar eso a la hora de hacer publicidad” explica el productor.
Para Brandolín un buen mensaje debe ser “cortito, preciso y tener buenos colores”. A su vez asegura que en su experiencia estas acciones han tenido un efecto positivo en las ventas de su emprendimiento. Una mirada similar aporta Cervi cuando afirma que “si a un producto de calidad le haces un trabajo de marca, sin duda se generan cosas importantes”.
Por otro lado, Ripke entiende que los privados deben trabajar junto el Estado (en cualquier de sus formas) aunando esfuerzos para aumentar el consumo de alimentos saludables. “Desde el Mercado de Productores de Santa Fe conseguimos en esta gestión decretar el Día Municipal del Consumo de Frutas y Verduras. Trabajamos continuamente para estimular el consumo en nuestra localidad”.
El futuro es el presente: jóvenes consumidores
Argentina sufre un grave problema de salud pública: es el país con mayor obesidad infantil de toda América Latina. En su informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe” la FAO estima que nuestro país posee un 9,9% de niños y niñas con sobrepeso y obesidad.
Mucho tienen que ver estos datos con prácticas referidas a la malnutrición de los más chicos, sobre todo en ámbitos escolares, lo cual preocupa el doble si entendemos (como es lógico) a estos espacios como lugares de formación. Datos del Ministerio de Salud de la Nación indicaban ya para 2012 (último dato disponible) que el 50% de los estudiantes consumían dos o más bebidas azucaradas por día y que sólo un 17,6% consumía cinco porciones diarias de frutas y verduras.
Con esta problemática latente, la empresa mayorista Tropical Argentina lanzó en el año 2017 el concurso de alimentación saludable Fruteá Tu Escuela en la provincia de Córdoba y, a partir de su exitosa experiencia, este año se encuentra repitiendo el certamen a nivel nacional.
Esta propuesta se destaca entre las actuales acciones que los mayoristas de fruta realizan para dar visibilidad a sus productos. Fruteá Tu Escuela busca, mediante actividades en las que participan docentes y estudiantes de la comunidad educativa, instalar el consumo de frutas durante la jornada escolar como eje fundamental de una alimentación mejor. Acompañan la iniciativa importantes instituciones que trabajan por la alimentación y nutrición infantil como el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI), la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC), el Ministerio de Agroindustria de la Nación y el Ministerio de Educación de la Nación.
En Fruteá Tu Escuela los estudiantes deben armar afiches (primarias) y videos (secundarias) que llamen la atención, brinden información y generen interés por la fruta. “Buscamos que los chicos se hablen entre sí. Que ellos sean los creativos, los publicistas de las frutas y que el mensaje les llegue entre pares”, explicaron desde la organización del concurso.
Las instituciones ganadoras del concurso se harán con entregas mensuales de fruta durante todo el ciclo lectivo 2019, además de tablets y un viaje para conocer las instalaciones de la empresa en el Mercado Central de Buenos Aires, donde se hará la entrega de premios en el mes de noviembre. “Nosotros venimos haciendo publicidad desde hace 10 años, pero cuando esta propuesta nos llegó, nos encantó por lo distinta y porque llegábamos a los chicos y a las escuelas, que es donde queríamos llegar" dice Franco Sibilia, CEO de Tropical Argentina. "Cuando Estudio Malaquita nos lo propuso, dijimos que sí porque sabíamos que esto iba a trascender. Hoy, al ver las repercusiones y los comentarios de los chicos y docentes, nos emocionamos un poco y confirmamos que este es el camino por donde debe ir la publicidad de la marca", agregó.
Piezas gráficas de las redes sociales de Fruteá Tu Escuela
Al cierre de las inscripciones, los organizadores confirmaron una enorme participación a nivel nacional: casi 1700 equipos inscriptos (alrededor de 15.000 estudiantes en todo el país) se encuentran fruteando sus escuelas junto a su docentes. Nada mal.
Mucho por hacer
Dos de las experiencias resaltadas en esta nota ocupan extremos opuestos en el tiempo: la década del 90 y el año 2018. Esto no quiere decir que en el medio nada se haya hecho; sin embargo, la experiencia de Moño Azul en televisión abierta veinte años atrás o la actual propuesta de Tropical Argentina con Fruteá Tu Escuela son dos ejemplos demostrativos de que la comercialización frutihortícola también puede emplear eficientes estrategias de marketing y publicidad. En el caso de fruteá incluso mediante una acción de responsabilidad social enclavada en un contexto donde el sobrepeso y la mala alimentación son una alarma permanente.
La principal desventaja es que, en materia de frutas y verduras, la publicidad escasea: no es un territorio explorado más que por algunos empresarios o emprendedores que entienden las ventajas de publicitar alimentos saludables en un mundo donde los ciudadanos exigen cada vez más vivir mejor y alimentarse sanamente.
Quizás en su desventaja radique también su potencialidad: en un ámbito donde no se ha avanzado considerablemente, realizar acciones concretas puede generar la diferencia. Las posibilidades son infinitas en un espacio que requiere de propuestas originales e innovadoras. Hay mucho por hacer.