Política Sectorial
Retenciones a frutas y hortalizas, un golpe a las Economías Regionales
|Argentina|
Con el anuncio de las retenciones a las producciones primarias llegaron las voces de disconformidad desde el sector exportador frutihortícola. Aseguran que es un golpe directo al desarrollo del sector externo.
En reiteradas ocasiones el presidente Mauricio Macri expresó públicamente que las retenciones eran un “impuesto malo”. Desde su asunción bregó (con éxito) por reducirlas progresivamente para favorecer al sector agroexportador; sin embargo, el actual contexto de crisis lo obligó a retroceder sobre sus pasos y en las últimas semanas se anunció la vuelta de este arancel que no fue bien recibido en los productores de granos y mucho menos en el sector exportador de frutas y hortalizas.
“Lo triste es que los gobiernos nacionales siguen sin mirar las economías regionales. Es una burla para nuestro ajero que no representa nada en la nación, pero que acá en San Juan y Mendoza da trabajo a miles de personas”, dijo a Revista InterNos Javier García, exportador de ajos sanjuaninos. “Una vez más vemos dilapidadas nuestras chances de salir a apostar al campo aquí” expresó García, considerando a su vez que esta medida desalentará cualquier tipo de inversión a largo plazo, en perjuicio de los sistemas productivos.
Otro punto que preocupa al sector es la manera en que deben abonarse las retenciones. Lo agroexportadores deberán depositar el 12% (o los 4 pesos máximos por dólar de la mercadería exportada) antes del embarque del contenedor. “Por ejemplo, en un contenedor de ajos por el valor de 35 mil dólares hay que depositar el 105 mil pesos antes de pedir el permiso de embarque. Es una locura”, aseveró el productor.
Por otro lado, la producción de cítricos en el NEA también mira con preocupación la medida. “Es un manotazo fácil a un recurso seguro y que va en contra del desarrollo del sector externo y generar divisas” afirmó a un medio nacional José Carbonell, presidente Federación Argentina del Citrus (Federcitrus).
En los últimos años mandarinas, naranjas y pomelos venían recuperando sus niveles de producción y su lugar en los mercados internacionales, lo que explica que la noticia haya generado desconcierto entre los empresarios del sector. Quizás uno de los mayores errores del gobierno haya consistido en no mirar las particularidades de cada caso a la hora de colocar el arancel.
En este sentido, vale recordar los planteos que el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, trasladó a funcionarios nacionales solicitando que se revisara el esquema de retenciones para producciones con elevados costos de valor agregado como son las frutas (en el caso particular del Valle, las peras y las manzanas).
Desde el gobierno aseguran que el aumento del tipo de cambio compensa el impacto negativo de este nuevo impuesto (mismo argumento utilizado para la quita de los reintegros). Sin embargo, desde el sector agropecuario en general se ha respondido que la mayoría de los insumos necesarios para producir están dolarizados (agroquímicos, semillas, combustible) por lo cual los márgenes de rentabilidad se achican.
Este nuevo esquema de retenciones es, según Cambiemos, temporario: se extenderá en principio hasta 2020. El objetivo del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, es alcanzar el “déficit cero” y para eso necesita equilibrar las cuentas fiscales, aun tocando los intereses de un sector muy cercano a Macri como lo es el agro.
Luis Miguel Etchevehere, ahora secretario de Agroindustria, declaró recientemente que este es "un aporte que se le pide a todos los sectores exportadores, sin discriminación" por ser estos quienes están en condiciones de "aportar para incrementar la recaudación".
Lo cierto es que el campo no existe como unidad ni puede entenderse como un grupo homogéneo. Frutas y hortalizas enfrentan una realidad diferente a la producción extensiva, por lo que también deberían ser diferenciales las políticas que el Estado dirija hacia estos a la hora de financiarse. No atender la situación de cada actividad puede atentar contra el crecimiento de las tan mentadas Economías Regionales, aquellas que en algún momento se plantearon como prioridad para que Argentina lograra ser “el supermercado del mundo”.