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Las Buenas Prácticas Agrícolas, presentes en el Congreso ASAHO
|Córdoba|
El día miércoles 3 el Congreso Argentino de Horticultura debatió sobre la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas y su futura implementación obligatoria a nivel nacional.
La mesa tuvo un fuerte componente local. Estuvo integrada por Marcos Blanda, secretario de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba; Héctor Fontán, director de Ferias y Mercados de la ciudad de Córdoba y Gastón Pautasso, ingeniero agrónomo que trabaja en el cinturón verde de Río Cuarto.
Quien dio inicio al panel fue Blanda, uno de los actuales responsables de la ejecución del Programa de Buenas Prácticas Agrícolas que la provincia lleva adelante desde 2016. Cabe destacar que Córdoba viene realizando un fuerte trabajo para que los productores “hagan las cosas bien en el campo” a través de estímulos económicos y el reconocimiento institucional del ministerio.
Estas prácticas están relacionadas al proceso productivo, de empaque y comercialización. Exigen, por ejemplo, una correcta aplicación de fitosanitarios y manejo de residuos, el lavado de las verduras pos cosecha y el mantenimiento de ciertos niveles de higiene en los establecimientos, entre otros puntos. Para eso es necesario el asesoramiento continuo por parte de profesionales, en especial cuando se trata de alimentos de consumo directo.
“Hubo un compromiso y un acompañamiento no sólo de productores, sino de las instituciones ligadas al sector hortícola” dijo Blanda y agregó que son alrededor de 200 productores los que validaron sus prácticas por el cumplimiento de estos requisitos solicitados.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) anunció que en los próximos años la comercialización de frutas y hortalizas deberá incorporar Buenas Prácticas de manera obligatoria. En este sentido, Blanda consideró que su provincia ya tiene parte del camino recorrido. “Nuestro programa tomó esas Buenas Prácticas que serán obligatorias y las incorporó para preparar a los productores en el cumplimiento de la normativa. El camino es el de ir preparando a los productores culturalmente, en su infraestructura y en su toma de decisiones”.
Respecto a 2017, este año el programa incorporó nuevas prácticas (de 8 pasaron a 12) y se aumentó el presupuesto de 70 a 100 millones de pesos, en un claro gesto de avanzar hacia la calidad de los sistemas productivos.
Posteriormente fue Héctor Fontán quien contó su experiencia de trabajo desde la Municipalidad en contacto con los productores hortícolas del cinturón verde cordobés. El funcionario expresó que buscan avanzar sobre el “control completo de los procesos que involucren todas las etapas de la actividad hortícola, las cuales van desde la producción a la comercialización, con las Buenas Prácticas Agrícolas como base”.
Para Fontán, un productor hortícola debe ofrecer productos de calidad (apariencia, frescura, sabor y color), buenos rendimientos con “precios razonables”, seguridad, inocuidad y valor nutricional.
El funcionario aprovechó la ocasión para relatar cómo es la normativa en Córdoba respecto a la aplicación de agroquímicos, tema central dentro de las Buenas Prácticas Agrícolas. En la provincia todas las aplicaciones deben ser registradas y firmadas por el aplicador, se exige un correcto tratamiento de residuos de envases, un estricto mantenimiento de la mochila pulverizadora para lograr precisión en la carga y las aplicaciones, el respeto por los tiempos de carencia y la utilización obligatoria de los Elementos de Protección Personal (EPP).
“El trabajo es de capacitación y de cambio de hábitos, sin confrontar"
Lo que se busca con esto es reducir los riesgos de contaminación con restos de plaguicidas que puedan ocurrir durante los procesos de producción y manipuleo del producto. También avanzar hacia la trazabilidad para, en caso de encontrar productos contaminados (con plaguicidas o con bacterias), poder reconocer al responsable y llevar adelante las sanciones correspondientes.
En tiempos donde los consumidores exigen cada vez más una mayor inocuidad en los productos, los horticultores no pueden estar exentos del cumplimiento de estas prácticas. En ese sentido, los principales problemas suelen relacionarse a sistemas productivos desordenados. Por eso se realiza un fuerte trabajo en el territorio. "Deben pensar en el mediano y largo plazo y pensar en cuidar los suelos", dijo Fontán.
“El trabajo es de capacitación y de cambio de hábitos, sin confrontar. Porque ellos son los productores, uno de palabra puede decir muchas cosas pero los productores son ellos”, aseguró luego. Además, destacó el vínculo mantenido con la Asociación de Productores Hortícolas de Córdoba, conducida por Juan Perlo, que aglutina a la mayoría de los productores del cinturón local y con quien realizan un trabajo mancomunado de capacitación a los horticultores.
"El camino es el de ir preparando a los productores culturalmente"
Gastón Pautasso, último expositor, reforzó la idea del trabajo en conjunto y contó que la Municipalidad de Río Cuarto también realiza visitas y auditorías a las quintas, controlando con especial énfasis las zona de lavados y los depósitos de productos fitosanitarios. Además, contó que "en el Mercado de Abasto de Río Cuarto se realizan análisis químicos, gracias a los cuales se han reducido muchísimo los números en las contaminaciones que existían hasta el año 2014”.
Respecto al cumplimiento del BPA, Pautasso dijo que en 2017 la totalidad de los productores pudo adherir al programa, con el apoyo de cinco ingenieros agrónomos que acompañaron (y acompañan) la tarea de alrededor de 30 quintas en la ciudad.
Entre las dificultades que actualmente enfrenta el sector, Pautasso dijo que hoy existen variedades hortícolas que no tienen productos fitosanitarios asignados, lo que hace difícil el armado de las recetas para algunas plagas específicas. Asimismo afirmó que están trabajando con Senasa para dar solución a este problema.