Política Sectorial
Nuevo esquema de retenciones: cambios para la soja y las Economías Regionales
|Argentina|
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería de la Nación informó en el día de ayer los nuevos derechos de exportación para la agricultura extensiva y las Economías Regionales. Legumbres y productos frutihortícolas tributarán un 5%. En el caso de la frutihorticultura, queda atrás la formula fija de 3 pesos por dólar exportado que se pagaba hasta la fecha. Esto quiere decir que, a diferencia del cálculo actual, el impuesto sobre los productos variará porcentualmente en torno a la paridad cambiaria existente al momento de realizar la exportación.
En palabras del ministro Luis Basterra, el nuevo esquema -que implica además una suba de 3% para los cultivos de soja- apunta a una “redistribución solidaria” en favor de actividades como la producción de peras, manzanas, arvejas, maní o arroz, por citar algunos ejemplos.
Con el nuevo cálculo, los productores de soja con rindes de más de 1000 toneladas anuales pagarían un 33% de retenciones, mientras que quienes cosechen de 501 a 1000 toneladas continuarán con el 30% que dejó el gobierno anterior. Asimismo, los productores de hasta 500 toneladas pagarán menos del 30%, en una segmentación gradual que tendrá un piso del 20%.
Para Basterra, esta decisión se justifica en la búsqueda de una “equidad territorial” y “equidad social”, con un enfoque redistributivo tal cual lo planteó Alberto Fernández desde sus primeros días de gestión. En respuesta a los sectores del campo que consideraron la medida como estrictamente recaudatoria, el ministro respondió que la suba en la soja tendrá “saldo fiscal cero” ya que será compensado con la baja en las Economías Regionales.
“Aspiramos a que las Economías Regionales tengan un tratamiento diferencial en cuanto a su aporte a esta terrible situación en la que nos ha dejado el Gobierno anterior”, explicó el ministro en diálogo con el medio Agrofy News.
En el caso de la soja, no obstante la buena intención de avanzar hacia la segmentación, lo cierto es que pequeños y medianos productores continuarán pagando un porcentaje elevado de retenciones. Por poner un ejemplo, con este esquema un productor de 300 hectáreas en la zona núcleo, con rendimientos promedio de 3,5 toneladas por hectárea, alcanzaría una cosecha de más de 1000 toneladas con las que pagaría un 33% de retenciones y, de esa manera, se ubicaría en la misma categoría que los productores que concentran grandes cantidades de tierra. Para darle contexto a esta afirmación cabe señalar que, según el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), en Argentina el primer decil de productores posee de 546 a 80.012 hectáreas sembradas, lo cual se corresponde al 56,27% de la superficie total.
Las realidades dentro del segmento que paga el tope de retenciones (14.884 productores, 26% del total) son disímiles e incluyen a muchos pequeños y medianos productores que no tienen las mismas posibilidades, por caso, en el acceso a la tecnología agrícola. Es fácil imaginar las distancias que existen entre quien produce 300 y quien produce 30.000 hectáreas de soja.
Sería propicio que en las próximas instancias de debate se profundice el carácter progresivo de esta segmentación para que, cada vez más, tribute el 10% de los productores que concentran la totalidad la superficie sembrada de soja en Argentina.