Ernesto Guevara: "En el mercado de Río Cuarto la carrera alocada por proveerse de frutas y hortalizas se calmó"

|Córdoba|

Los mercados concentradores de frutas y hortalizas fueron foco de atención durante las primeras semanas de pandemia. Su rol social en el abastecimiento de alimentos los colocó en un lugar de “privilegio” -una de las actividades exceptuadas del aislamiento- pero a su vez cargó de gran responsabilidad a sus operadores y trabajadores permanentes, quienes continuaron con sus labores aún expuestos a un posible contagio.

Los días pasaron y la situación comenzó, de alguna manera, a normalizarse. ¿Cómo es trabajar hoy en los mercados, pasada la tormenta de los primeros días? Se lo preguntamos a Ernesto Guevara, presidente del Mercado de Abasto de Río Cuarto, en Córdoba. “Está un poco más tranquilo. En las primeras semanas se percibía un clima muy complejo entre los diferentes actores del sector, desde los operadores a los minoristas. Había mucho nerviosismo, pero fuimos aprendiendo. La carrera alocada por proveerse de frutas y hortalizas se calmó”, describe el dirigente.

Luego del anuncio de la cuarentena, el Mercado de Río Cuarto activó rápidamente un protocolo sanitario para garantizar el aislamiento social entre empleados y compradores. Modificó su horario de atención (actualmente es de 14:00 a 19:00 horas), segmentó el ingreso de vehículos por tandas (con un máximo de dos personas por vehículo) y dispuso del uso obligatorio de barbijo o tapabocas dentro del predio, incluso antes de que esta medida se tomara a nivel país. Además, reforzó las ya conocidas medidas sanitarias llevadas a cabo en todos los mercados, relacionadas a la higiene permanente de manos y la desinfección de espacios comunes.

Guevara explica a InterNos que la comercialización está normalizada con los recaudos necesarios que exige la emergencia sanitaria. No obstante, si al principio la demanda de frutas y verduras fue explosiva por temor al desabastecimiento, en estos días los compradores llegan al mercado de manera más espaciada y los volúmenes comercializados son menores. Es claro que el golpe a la economía provocado por la cuarentena se comienza a sentir.

Como recientemente declarara a este medio Raúl Romero, del Mercado de Abasto de Córdoba, los precios mayoristas se han estabilizado no sólo porque el abastecimiento está asegurado, sino también porque el cese de la actividad económica ha frenado la demanda en gran medida. Sin embargo, los acuerdos de precios que se establecieron en diversos mercados del país también han sido útiles para controlar las subas indiscriminadas en algunos productos. En el caso del Mercado de Río Cuarto, las autoridades municipales y los operadores elaboraron un listado de diez frutas y hortalizas de consumo masivo para establecer precios de referencia y garantizar un "abastecimiento a precios razonables". Participaron del acuerdo autoridades de la AFIP, de la Defensoría del Pueblo de la Municipalidad de Río Cuarto y de la Defensa del Consumidor de la provincia de Córdoba.

"Tenemos que entender que hoy la sociedad nos está demandando un compromiso importante para proveer, no solamente en cantidad y calidad como lo hacemos todo el año, sino también a precios razonables. Ojalá se sostenga en el tiempo e implique una forma diferente de pensar los mercados concentradores y la manera en que deberíamos manejar la formación de precios en circunstancias especiales como ésta”, analizó por aquel entonces Ernesto Guevara.

Los precios fijados, en principio, regían para el mes de abril con la posibilidad de ser renovados. Pero la escasa demanda de los últimos días los mantuvo estables sin la necesidad de definir, por ahora, un nuevo acuerdo. Tampoco se produjeron adversidades climáticas en zonas de producción y, aunque ralentizadas por los protocolos sanitarios, las tareas de cosecha y empaque continúan. "Las ventas entraron en una baja importante. Ha disminuido muchísimo la capacidad de consumo y hay cierto temor entre los operadores a que esto se intensifique”, concluye el dirigente.