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Comercialización

Una banana nacional que busca competir contra las mejores

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Foto: Salvita

|Argentina|

Desde este martes 26 de mayo, la banana producida por la empresa Salvita, en la provincia de Salta, será distribuida en Capital Federal y el gran Buenos Aires. La destacada empresa productora de hortalizas realizó dos años atrás una importante inversión para producir una banana nacional que compita en el mercado interno con la fruta extranjera. Ahora, a través de una alianza con la comercializadora mayorista Tropical Argentina, comenzará a abastecer al AMBA con la marca exclusiva Salvita - Tropical.

“Hicimos una apuesta tecnológica muy importante. Adoptamos un cambio de paradigma en la manera de producir para estar a la altura de las bananas premium de Ecuador. Hoy estamos en las mismas calidades”, dijo a Revista InterNos Salvador Muñoz, quien junto a su hermano Miguel conducen Salvita.

En 2018, la empresa decidió retomar la producción de banana luego de casi tres décadas sin dedicarse a la actividad. Salvita produjo esta fruta durante los años 80, pero a principios del 90, cuando la convertibilidad facilitó la importación de productos extranjeros, el negocio dejó de ser rentable. El tipo de cambio favorecía la compra de bananas provenientes de Ecuador o Colombia, mientras que el consumidor local se acostumbraba a calidades contra las que la producción nacional no podía competir. Fue por entonces que unas 200 hectáreas de plantaciones de banana se reconvirtieron a la producción de hortalizas.

En esta oportunidad los hermanos Muñoz buscan reinsertarse en el negocio, pero con un objetivo claro: producir una banana nacional que compita directamente con las calidades premium. Actualmente poseen una plantación de 80 hectáreas en producción, mientras que para septiembre comenzarán a dar fruto unas 200 más. Si todo sale como lo planeado, hacia la segunda mitad de 2021 serán unas 600 hectáreas en producción con una inversión total que alcanzará los 15 millones de dólares. Las fincas están ubicadas al norte de la provincia de Salta, fundamentalmente en la zona de Orán y en la zona de Colonia Santa Rosa.

“Estamos empezando a comercializarla en el mercado nacional con muy buenos resultados. El mercado es muy grande y muy exigente en calidad. Trabajamos bien en Córdoba, Rosario, Tucumán, Salta y Jujuy. Y ahora llegamos a Buenos Aires, donde nos asociamos para trabajar con Tropical Argentina, una empresa que por la capacidad de proceso y distribución que tiene puede manejar el abastecimiento de toda la zona de Capital Federal y el gran Buenos Aires”, describe Salvador Muñoz.

Banana Salvita Tropical en el centro de distribución de Buenos Aires.

Por su parte Franco Sibilia, titular de Tropical Argentina, celebró dicha alianza y remarcó que el objetivo de su empresa es darle prioridad a la fruta nacional. “Las importaciones tienen sus complicaciones y son más riesgosas. En cambio, trabajar la fruta nacional es más simple porque su circuito es más corto. Lo cargaste hoy y a los dos días tenes la fruta en tu galpón. Mientras que una fruta de Ecuador se compra con 20 días de anticipación a la llegada del producto”, describió.

En este sentido, no es menor mencionar que una fruta proveniente de Ecuador representa una carga marítima, que luego tiene un trabajo de consolidado en Chile y posteriormente pasa por la aduana argentina antes de llegar a los mercados concentradores. El trabajo logístico es mayor y crecen los posibles inconvenientes con la fruta durante su trayecto.

No obstante, a la fruta argentina se le hace cuesta arriba competir con el producto importado en cuanto a calidad, ya que en países como Ecuador o Colombia las condiciones agronómicas son mejores que en el norte argentino. Por eso, el paquete tecnológico que aplica Salvita apunta a contrarestar estas diferencias. Por otro lado, el abastecimiento de provincias como Salta, Formosa o Jujuy cubren solo el 20% de la demanda (en nuestro país el consumo de banana asciende a 12 kilogramos per cápita anual) por lo que es necesario traer fruta de otros países.

Calidad y volumen es el negocio hacia el que apuntan desde Salvita, con un aliado estratégico como Tropical Argentina, especialista en la comercialización. Para eso crearon la fusión Salvita-Tropical.

Durante esta primera etapa, serán cinco los camiones que saldrán semanalmente con dicha marca desde el empaque salteño hacia el depósito de la empresa que opera en el Mercado Central. Sin embargo, la previsión es que para agosto y septiembre se incorporaren nuevas unidades productivas, lo que multiplicará los envíos hacia Buenos Aires y el resto del país.

“Cuanto más rápido podamos llegar desde la zona de producción hasta la mesa de los argentinos mejor, porque le vamos a entregar un producto más gustoso y más fresco al consumidor”, dijo Sibilia al respecto. Y agregó: “Esta es una fruta nacional producida como se producen las frutas que van al primer mundo”.

Packaging de la marca premium Salvita - Tropical

¿Cómo se alcanza esta calidad? Salvador Muñoz explica que las plantaciones de Salvita fueron elaboradas mediante la reproducción de plantines en laboratorios, donde se producen meristemas de un clon elegido para tener plantas iguales y libre de pestes. Además, se suma una alta inversión en el sistema de riego (en este caso de fertirriego, ya que se añaden fertilizantes) que funciona diariamente para mantener los altos niveles de humedad que requiere el banano.

En este punto vale mencionar que normalmente la banana nacional en el norte de nuestro país responde a la variedad Nanica, una variedad de menor tamaño, aunque con gran cantidad de azúcar. Sin embargo, la novedad en este caso es que desde Salvita han logrado trabajar exitosamente con la variedad William Cavendish, típica en la producción de los países tropicales y asociada a primeras calidades por su mayor calibre.

La única diferencia que no se puede salvar es que el rendimiento de este fruto está anclado al factor climático. Y mientras Ecuador tiene un clima estable todo el año, el invierno en el norte argentino puede alcanzar, eventualmente, temperaturas bajo cero.

Otros aspectos están relacionados al cuidado la fruta durante su crecimiento. Entre los racimos se colocan unos plásticos conocidos como “cuello de monja” que separan la fruta para que no se golpee ni se marque entre ella. A su vez, se cubre el racimo con una bolsa para evitar el contacto de pájaros e insectos y lograr así una fruta mucho más limpia. A todos estos cuidados se suma la instalación del cable vía que facilita su transporte y manipulación.

“Son tareas que van acompañadas de capacitación al personal, ya que es una forma distinta de trabajar el bananal respecto a la experiencia de los trabajadores que provienen de otras fincas de banano”, añadió Muñoz al respecto. Sin calcular el valor de la tierra, el productor estima que cada hectárea de banano representa una inversión de 25.000 dólares.

Para Salvita esta es una apuesta fuerte, de largo plazo, que irá dando sus frutos (valga la redundancia) con el correr de los meses. “Nos gusta invertir, probar cosas nuevas, confiamos mucho en lo que hacemos y pensamos que si se invierte se pueden lograr grandes resultados”, dijo Muñoz, quien puede dar cuenta de ello con los números de su empresa, que posee hoy más de 200 hectáreas de producción de hortalizas en invernadero y 25.000 hectáreas de producción de poroto, entre otras actividades.

“Creo que Tropical Argentina también cuenta con una gran vocación de innovar y de invertir. Ese fue un gran punto de encuentro” cerró el productor y empresario salteño. “Vamos a poner lo mejor de nuestra empresa para que esto sea el puntapie inicial de una larga historia”, concluyó por su parte Sibilia.

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