Aumentaron las exportaciones de peras y manzanas en el primer semestre

|Alto Valle|

En los primeros seis meses de este año el sector frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén logró exportar 319.000 toneladas de peras y manzanas, lo que representa cerca de 22.000 toneladas más que las comercializadas el año pasado. Estas cantidades permitieron el ingreso al país de aproximadamente 241 millones de dólares según las estadísticas publicadas por la Dirección General de Aduanas (DGA).

Entre los datos publicados, se detalló que durante el primer trimestre de 2020 la cantidad de frutas exportadas reflejaron un crecimiento del 7% respecto al mismo periodo de 2019, siendo el valor más alto registrado en las últimas cinco temporadas. Además se destacó que las exportaciones de manzanas se ubicaron cerca de las 71.000 toneladas, mientras que las peras alcanzaron las 248.000 toneladas. Más allá de los números crecientes, las cantidades de manzanas exportadas se tradujeron en el ingreso de aproximadamente 50 millones de dólares al país. Esto significa que el kilo de fruta logró una cotización FOB promedio de 0,71 dólares mostrando una baja del 1% interanual y una caída del 35%, si se lo compara con el mismo periodo de 2018. Las peras por su parte, generaron divisas por 192 millones de dólares, obteniendo un valor FOB de 0.77 dólares y mostrando una baja del 20% en comparación al 2018. Desde el sector productivo se estima que este decrecimiento se debe a las condiciones externas.

Los destinos a los que apuntan las pomáceas argentinas también influyen en la crisis del sector. El 60% de las manzanas que se exportan viajan hacia la Rusia, Brasil, Paraguay y Bolivia. Estos países son categorizados por el comercio internacional como marginales porque pagan precios muy bajos por los productos y por la inestabilidad económica que los representa. Un ejemplo es el caso de Paraguay que paga 0.19 dólares el kilo de fruta argentina, un sexto del precio que paga el Reino Unido (1.22 dólares por kilo).

En el caso de las peras, el 75% del total de las exportaciones se envían a la Federación Rusa, Brasil, Italia y Estados Unidos. Estos dos últimos destinos no presentan condiciones de inestabilidad, lo que beneficia a la producción argentina.

Más allá del aumento que registraron las exportaciones, los productores y empresarios que componen la cadena frutícola de Río Negro y Neuquén sostienen que la situación no termina de mejorar para el sector. Un hecho que dio cuenta de esta realidad fue el reclamo que realizaron entidades como CAFI, en conjunto con asociaciones de productores y autoridades provinciales, para que se volviera a prorrogar la ley de emergencia de peras y manzanas. Finalmente y después de mucho insistir el sector logró que esto sucediera en el mes de julio.

La falta de rentabilidad de la actividad como consecuencia de los altos costos de producción, las dificultades en materia de competitividad internacional y las presiones tributarias son algunos de los puntos que los productores de Alto Valle vienen manifestando hace un buen tiempo. A todos estos problemas ahora se le suma el contexto de la pandemia en el que se registró una caída considerable de la actividad productiva y el cierre de muchos mercados extranjeros.

Los programas sanitarios son otra de las preocupaciones del sector. La falta de fondos en programas como el PROCEM, dedicado a combatir la mosca de los Frutos de la Patagonia, hace que los riesgos de perder competitividad para los productores sean mayores. Sobre todo si se tiene en cuenta que la zona fue reconocida hace unos años como Área Libre de Mosca de los frutos.

Los productores temen que este año el programa directamente quede inactivo por falta de financiamiento. “Las deudas que tienen las Provincias impiden que el programa pueda continuar más allá de septiembre”, aseguró Marcelo Loyarte, dirigente de CAFI.

Fuente: Diario Río Negro