Cosechar en pandemia: negociaciones y protocolos

|Argentina|

Como ya lo venimos advirtiendo, el gran desafío para las economías regionales este año será la cosecha. Sucede que tradicionalmente la actividad está a cargo de trabajadores golondrinas que viajan de diversos puntos del país hacia las zonas productivas a fin de cumplir con estas tareas. Pero actualmente, el contexto de pandemia complica la situación debido a las dificultades que representan el tránsito interprovincial y los protocolos sanitarios impulsados con el objetivo de evitar contagios.

En muchas localidades argentinas, los contingentes de trabajadores ya empezaron a llegar para cumplir con las tareas culturales y con las cosechas de las frutas de estación. Este es el caso de Río Negro y Neuquén donde, solo la semana pasada, llegaron 15 colectivos de cosecheros de distintas provincias. Sin embargo, los problemas no tardaron en hacerse presente y ya se anticiparon algunas irregularidades.

Si bien las autoridades públicas de Río Negro aun no lo confirmaron, un medio tucumano denunció ayer que en la provincia del sur argentino el Centro de Operaciones de Emergencias Regional (COE) detectó a un  grupo de trabajadores golondrinas que  no cumplía con las medidas sanitarias obligatorias. Los mismos, contaban con hisopados adulterados y permisos de transito irregulares.

Ramón Santiago Cano, delegado en Tucumán de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte,  y los miembros del Comité Operativo de Emergencia (COE) se refirieron al hecho en La Gaceta Tucumán: “Hay un colectivo que no salió desde la Terminal de Ómnibus y que llevó a obreros golondrina con hisopados truchos que habían hecho en computadoras. Si vuelve a salir un ómnibus por fuera del sistema, sin autorización, y con obreros sin permisos oficiales, será detectado en los pasos fronterizos. En ese caso se contactarán con la CNRT o el COE para proceder".

Con este motivo desde InterNos nos comunicamos con Omar Figueroa, subdelegado de UATRE Río Negro, para conocer como fueron los hechos. El representante del gremio confirmó que la detección de los trabajadores se llevó adelante en un paso fronterizo ubicado en la localidad de Catriel, que conecta a la provincia de Río Negro con La Pampa.  Además, desde el área de salud junto a la policia de la zona, identificaron un colectivo que transportaba trabajadores superando el límite de su capacidad. Vale mencionar, que según el protocolo acordado los transportes solo pueden trasladar un máximo de 30 personas por unidad.

"En la localidad de Lamarque  se detectó un colectivo que  llevaba 50 trabajadores. Antes de llegar al pueblo el colectivo frenó en la ruta, bajó a la mitad, ingresó a la localidad con 26 personas y el resto entró caminando. Ellos tenían los hisopados y los permisos en condiciones, pero viajaron fuera de lo que determina el protocolo", detalló el Subdelegado. También agregó que la preocupación ante estos casos es crecientes y desde UATRE ya se encuentran trabajando para mayores complicaciones.

Recordemos que el protocolo acordado por el Ministerio de Producción de Río Negro, junto a las empresas del sector productivo, establece que de manera obligatoria cada trabajador debe realizarse un hisopado previo a viajar y por supuesto el resultado debe ser negativo. Además, el protocolo migrante determina que deben hacerse controles sanitarios en cada transporte encargados del traslado del personal y los golondrinas deben cumplir una cuarentena obligatoria de 14 días en los campos.

A pesar de que las medidas sanitarias parecían ya acordadas en Río Negro, algunos productores frutícolas de la zona se manifestaron en contra. Uno de ellos fue Horacio Pierdominici, presidente de la cámara frutícola de Cipolletti que en dialogo con Agrovalle dijo: “Cumplir los protocolos para una empresa es sencillo, pero un pequeño productor no los puede cumplir por lo económico y porque no tienen estructuras aptas ni amplias. Además qué pasa si un cosechero se contagia, a dónde lo llevamos. En las chacras no hay lugares disponibles para aislar gente. Yo creo que va a ser todo muy desprolijo, porque cuando llegue el momento de la cosecha todos vamos a querer cosechar y va a haber problemas”.

El productor aseguró que desde su visión es necesario buscar otra manera de hacer las cosas. Hizo referencia a la falta de conocimiento por parte de las autoridades que llevan adelante el protocolo, sobre la realidad de los productores. Además,  agregó: “En enero van a venir todos los trabajadores, en colectivos oficiales o no, porque es así van a venir 20.000 personas y ahí van a empezar los problemas. Yo respeto los protocolos y lo que hay que hacer, pero que el personal sanitario o la gente que hace los protocolos nos escuche más a los productores”. Pierdominici también adelantó que en los próximos días la Federación de Productores Frutícolas se reunirá para tratar este tema porque aún no está nada definido.

Otra de las incógnitas tiene que ver con el pago de los hisopados. Los trabajadores que lleguen de otras provincias además de estar obligados a contar con un test antes de ingresar a Rio Negro, tendrán que realizarse otro antes de regresar a su provincia de origen. Según lo que trascendió, los costos de esos estudios médicos deberán ser abordados por las empresas o los productores. En relación a esto, Pierdominici dijo: “Si vale 700 pesos como dicen, no va a haber problemas. Pero si sale 5.000 es otra historia, los productores no lo vamos a poder pagar. Algunos productores estamos resolviendo las actividades con gente local para evitarnos esos costos”.

El sur del país no es la única zona que se encuentra en medio de este debate. De hecho, el gobierno de Catamarca  mantuvo reuniones con representantes gremiales, empresarios e instituciones del sector rural para trabajar sobre la planificación de las próximas cosechas en las cadenas olivícola, nogalera y vitivinícola.

“Nos reunimos para escuchar opiniones de todos e ir definiendo con tiempo los distintos aspectos para que las cosechas se hagan y que las empresas puedan obtener el beneficio y sigan brindando trabajo a los catamarqueños. Es un desafío, por eso estamos hablando con tiempo y previsión para que enero no nos encuentre con sorpresas. Fue muy bueno escuchar las opiniones y cada uno se lleva tareas para la siguiente reunión”, había manifestado a un medio local Aldo Sarquís, quien estaba al frente del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia.

Por su parte, la delegación de RENATRE Catamarca esta semana se reunió en la municipalidad de Valle Viejo con autoridades públicas a fin de coordinar acciones para cubrir las cosechas con mano de obra local y así evitar el ingreso de trabajadores de otras provincias. Recordemos que hace dos meses en Catamarca se creó el Centro Operativo de Cosecheros Catamarca (COCCa) con el objetivo de habilitar un padrón de mano de obra local en cada municipio, para abastecer las cosechas en épocas de pandemia.

Ariel Coronel, delegado provincial de UATRE, también participó de la reunión y comentó que donde más se requiere mano de obra es en la cosecha de olivo. Por ese motivo, están priorizando la búsqueda de trabajadores locales que puedan cumplir con esta actividad. Además, los funcionarios aseguraron que desde la intendencia de Valle Viejo se está convocando a todas aquellas personas interesadas en trabajar en las cosechas para que se capaciten en ese sentido.

En Entre Ríos, la cosecha de arándanos definió los protocolos a fines de septiembre. Los mismos fueron producto de un trabajo en conjunto entre quienes integran la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) y luego las medidas contaron con la certificación del Centro Stamboulian. En dicho protocolo se establecieron reglamentaciones para la protección respiratoria de los trabajadores, la desinfección de las unidades de transporte y la distribución espaciada del personal en los campos.

Vale mencionar que en Entre Ríos se determinó que la cosecha se realizará principalmente  con trabajadores locales ante las dificultes de traslado que representa la llegada de cosecheros desde otras provincias. El protocolo específicamente plantea que ningún trabajador podrá viajar y que los vehículos deberán tener a disposición un atomizador con alcohol y cada persona deberá desinfectar sus manos al subir al colectivo y antes de descender.

Como el panorama productivo lo demuestra, las definiciones protocolares se tomarán de manera diferente en cada provincia. Las medidas sanitarias y el cumplimiento de las tareas de cosecha, con todas las precauciones correspondientes, dependerán de los acuerdos que logren  las autoridades públicas y el sector privado. Hasta el momento, algunas cadenas productivas parecieran ya tener todos los engranajes aceitados y en funcionamiento. Sin embargo, otras todavía se encuentran en discusión y las incógnitas en este sentido cada vez son más.