Política Sectorial
La UTT volvió al Congreso para pedir por la ley de acceso a la tierra
|Buenos Aires|
En el día de ayer, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) llevó adelante un nuevo verdurazo en las inmediaciones del Congreso de la Nación. Esta vez, fue con el objetivo de volver a impulsar el proyecto de ley destinado a garantizar el acceso a la tierra por parte de pequeños productores de los cinturones hortícolas de La Plata.
En la jornada estuvieron presentes: Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la UTT y presidente de la Corporación Mercado Central de Buenos Aires; el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo y el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, entre otros funcionarios. Vale mencionar que es la tercera vez que esta iniciativa llega al recinto. La primera fue en 2016, pero no se trató y perdió estado parlamentario. Luego volvió a presentarse en 2018 y tampoco fue discutida. Este año la propuesta cuenta con el apoyo de una gran cantidad de diputados oficialistas y también parte del boque socialista del Cogreso.
Dicho proyecto, propone la creación de un fondo de financiamiento administrado por el Banco de la Nación Argentina. Con esa herramienta, el Estado otorgaría líneas de créditos blandos a los productores de la agricultura familiar, con un plazo de pago de 15 a 20 años, para que puedan acceder a parcelas de 2,5 hectáreas promedio. Las mismas serían destinadas a la producción de alimentos agroecológicos y a la construcción de una vivienda propia.
La normativa creada por la UTT busca brindar una solución integral a las problemáticas que hoy deben enfrentar los productores de los cinturones hortícolas en materia habitacional y productiva. Actualmente, de un total de 17.000 familias agricultoras asociadas a la organización, el 90% alquila las tierras que produce. Esto no solo encarece el costo, ya que los alquileres se ven modificados por las variaciones del dólar, sino que también impide a los productores hacer uso de esas tierras libremente. A esta complicación se le suma la imposibilidad de construir viviendas de material para vivir, como una condición previa establecida por cada locador.
En este marco desde InterNos nos comunicamos con Delina Puma, productora del cinturón hortícola de La Plata y vocera de UTT, para conocer más sobre el proyecto presentado y adentrarnos en la realidad que atraviesan los productores hoy. “El fin del proyecto es básicamente acceder a tierras propias para producir, porque la mayoría alquilamos y así es muy difícil subsistir. Cuando vos empezás a alquilar un terreno los precios son baratos, casi regalados. Pero a los dos o tres años, cuando las familias ya están instaladas los precios empiezan a subir y eso nos lleva a vivir en condiciones sumamente precarias. A eso hay que sumarle el costo de los servicios básicos y la dependencia a los insumos que están dolarizados”, explicó Delina.
Frente a los altos costos productivos, las familias agricultoras eligen cultivar variedades de hortalizas económicas para poder comercializarlas y con esos ingresos subsistir. Sin embargo, muchas veces se genera una sobreproducción de esas verduras, que no encuentran compradores y se terminan desechando. Lo que se traduce en pérdidas para los productores. “Si los productores tuviésemos tierras propias podríamos producir diferentes variedades y planificar la producción”, aseguró la productora platense.Otra de las problemáticas que hoy atraviesan los productores de los cinturones se relaciona a la producción de semillas. En relación a esto Delina dijo: “La mayor dificultad para producir nuestras propias semillas está en el acceso a la tierra también. Porque quienes te alquilan los terrenos te dicen que en esos metros de tierra ellos prefieren producir cultivos que tengan una salida rápida en 30 o 60 días. Creen que al producir semillas propias se pierden metros y tiempo. A eso se le suman los paquetes de agroquímicos, que los productores nos vemos obligados a utilizar, para adelantar la verdura y no perder tiempo”.
En este sentido, es importante recordar que una buena parte de los productores de la UTT trabaja o está en transición a un modo de producir agroecológico. Pero como las parcelas trabajadas se alquilan, las mejoras que se realizan en los suelos y el avance en términos de sustentabilidad se pierden cuando los productores se ven obligados a dejar esos terrenos. Esto quiere decir, que el beneficio que traería consigo el proyecto de ley alcanzaría a también al consumidor de esas verduras, ya que garantizaría el acceso a alimentos más inocuos y saludables.
Este año, las expectativas sobre el tratamiento de la iniciativa presentada por la UTT son muchas. Desde la organización consideran que cuentan con mucho apoyo parlamentario, en comparación a años anteriores, y esto amplía las posibilidades de que se habilite su debate. “Como dijo un compañero, la tercera es la vencida y tenemos muchas esperanzas de que este año salga. Lo que plantea el proyecto es muy sencillo. Es la posibilidad de que los productores podamos decidir cómo y de qué manera queremos trabajar nuestra tierra. Los alquileres que pagamos hoy, tranquilamente podrían destinarse a pagar la cuota de un crédito. Ahora solo falta la voluntad política”, concluyó Delina.