COVID en frutihorticultura
WhatsApp, una herramienta cada vez más usada en los mercados
|Argentina|
En marzo de 2020 el COVID obligó a los mercados a modificar algunas pautas de trabajo que, un año después, ya son parte de la nueva normalidad frutihortícola. Control de temperatura corporal, lavado de manos, barbijos y distanciamiento entre compradores y puesteros son algunas de estas medidas, compartidas con la gran mayoría de los establecimientos comerciales del país.
A estos protocolos, muchos mercados mayoristas de frutas y verduras sumaron la utilización de WhatsApp. Mediante esta herramienta los operadores pueden mostrar la disponibilidad de oferta en cualquier momento, mientras que los compradores adelantan pedidos para permanecer la menor cantidad de tiempo posible dentro del predio, evitando la concentración de gente.
“Hay modalidades comerciales que van a ganar terreno y van a permanecer post pandemia. Una de ellas es la utilización de herramientas digitales como WhatsApp, el uso de los estados como una gran vidriera digital y la posibilidad de hacer pedidos incluso antes de que abra la venta, para llegar al mercado y cargar en el menor tiempo posible”, explica a InterNos Carlos Otrino, secretario del Mercado de Productores y Abastecedores de Santa Fe, que también es presidente de la Fenaomfra.
Por supuesto, esta modalidad implica el cumplimiento de reglas comerciales no escritas, donde la calidad es una de ellas. “El respeto por el cliente comienza en entregar la mercadería que los puestos publicitan en WhatsApp, y no otra. Así se genera una confianza en ambos extremos que permite que esta forma de vender y comprar vaya afianzándose y permanezca en el tiempo”, agregó Otrino.
A través de los pedidos por WhatsApp y las redes sociales, los mercados pudieron llegar a mayor cantidad de clientes y dinamizar la comercialización, reduciendo considerablemente el riesgo de la actividad presencial.
Sin embargo, el proceso de digitalización es diferente para cada mercado y depende, por supuesto, de la dinámica de esas comunidades. “Nuestro fuerte sigue estando en el boca a boca, pero encontramos en las redes un lugar donde difundir información importante y posicionar la marca. Todavía es algo nuevo para el mercado, pero este año tuvimos que adaptarnos a escenarios y situaciones impersonales. De este proceso teníamos que sacar algo positivo y fue organizarnos de otra manera”, dijo semanas atrás Natalia Pezzelato, representante de prensa de Procosud, a InterNos.
La adopción -o el rechazo- a estas nuevas metodologías de trabajo también se relaciona con el grado de adhesión de los compradores. “El preparar los pedidos con tiempo reduce el contacto cercano y disminuye el tiempo de permanencia, aunque siempre hay clientes más desconfiados que quieren ver la mercadería que compran”, contaba hace un tiempo a este medio Eduardo Senestro, presidente de la Cámara de Fruteros y Anexos del Mercado de Fisherton.
Un 2020 positivo en ventas
Durante los primeros meses de pandemia, los mayoristas observaron un incremento en sus ventas en comparación a años anteriores. Hubo un aumento del consumo de frutas y verduras en los hogares argentinos tras las disposiciones de aislamiento. Ante la incertidumbre, las personas se "stockearon" de mayor cantidad de alimentos -entre ellos los productos frescos- y aumentaron las comidas preparadas en casa.
Con el correr de los meses, la comercialización se estabilizó y mostró cifras dentro de los parámetros normales en los momentos de mayor consumo, como suelen ser las fiestas de fin de año. Si bien se produjeron mesetas comerciales, no hubo caídas significativas.
El caso del Mercado Central fue, sin dudas, representativo. “Las ventas en el mercado fueron 7,5 % superiores en 2020 a 2019. Esa diferencia se mantuvo hasta la semana 53 y en las dos primeras semanas de 2021. Llegamos a la conclusión de que el año pasado fue el mejor en 35 años de historia del Mercado Central”, manifestó a InterNos Mariano Lechardoy, jefe de estadísticas y Transparencia del MCBA.
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