Producción
Peras: un sector que se expande
|Río Negro-Neuquén|
La pera es una de las frutas más representativas del sur de nuestro país, junto con la manzana, y en los últimos años su producción creció en cantidad de hectáreas plantadas y su calidad mejoró ampliamente convirtiéndose en una de las frutas más exportadas de Argentina. Por este motivo, Top Info realizó un resumen para dar cuenta del desarrollo de esta actividad, sus limitaciones y las potencialidades que tiene en el mercado internacional.
De acuerdo a relevamientos de Senasa, el total de hectáreas plantadas de pera aumentó en los últimos 30 años a 23.000 superando ampliamente a la manzana a pesar de que esta última haya sido por mucho tiempo la insignia frutícola de Río Negro. Lo mismo sucedió en volúmenes productivos: de pera se obtienen hoy 600.000 toneladas aproximadamente por temporada y de manzana 540.000.
Dicha fruta, representa para nuestro país entre el 35 y 40% del total de las frutas frescas que se exportan a más de 60 países en todo el globo. Es decir, un total aproximadamente de 350.000 toneladas de lo que se produce se envía al exterior. Cifras que convierten a Argentina en el segundo exportador a nivel mundial. Entre los principales destinos de la pera nacional se encuentran: Brasil, Rusia, EE.UU. Canadá, Italia, Holanda y Alemania. En cuanto a la generación de ingresos, el sector de la pera es la principal fuente de divisas de Rio Negro y Neuquén. Por ejemplo, en Río Negro durante el 2018 el sector productivo aportó el 81% del valor de las exportaciones. De ese total el 70% correspondía a peras frescas.
Además de ser un alimento que nos identifica en el mundo, la pera es una gran fuente de trabajo para nuestro país. “Según un estudio de la Unión Industrial 1.000 hectáreas de frutas generan trabajo para 1.000 personas, mientras que los cereales y oleaginosas dan a 7; la ganadería extensiva a 1. Actualmente las manzanas y peras ocupan en el Valle del Río Negro unas 50.000 personas en forma directa. El número se duplica a triplica si se consideran a los indirectos”, especificó Top Info.
Si hablamos de variedades, los productores eligen las peras clásicas como la Williams que hoy representa el 40% de la producción total. A esta le sigue la Packhams, D´Anjou y Abate. Pero como la demanda internacional obliga a modernizar el tipo de fruta que se cosecha, muchos productores ya se encuentran trabajando en nuevas variedades. En este sentido vale mencionar que los costos por desarrollar nuevas variedades son muy altos y el proceso lleva un buen tiempo.
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Otra de las alternativas que levanta vuelo hoy en la Patagonia es la producción de frutas orgánicas. “En el Valle del Río Negro hay una superficie de 8.000 has de montes frutales orgánicos. De las cuales provienen las 45-50.000 toneladas de manzanas y peras orgánicas que se exportan, siendo Argentina una de los principales proveedores de estas frutas de contraestación. Los destinos de las peras y manzanas orgánicas son en primero lugar EEUU, seguido por Europa y Canadá”, detalló el informe. En este sentido, es importante mencionar que el consumo de productos orgánicos es una tendencia que creció durante la pandemia y vino para quedarse. Por lo tanto, es un mercado con una gran potencialidad para Argentina.
Para llegar a ser lo que hoy es, el sector frutícola argentino debió atravesar numerosas limitaciones que continúan hasta hoy. En primer lugar, las particularidades propias de la fruta. Es decir, la dificultad de cosechar y comercializar un alimento que tiene poca vida poscosecha, que no resiste largos viajes –miles de Kilómetros- o golpes en el camino y que es susceptible a distintas enfermedades. Para poder sortear estos obstáculos, los productores tuvieron que incorporar nuevas tecnologías y por ende, mayor inversión para mejorar su manipulación y conservación. El clima del sur argentino, es otra de las problemáticas. El frío intenso, los vientos y las heladas tardías producen perdidas enormes en las plantaciones de peras, lo que se convierte en un gran desafío. A esto último hay que sumarle la inestabilidad económica, las variaciones de los precios de insumos que están dolarizados y los niveles inflacionarios que atacan directamente a la rentabilidad de la actividad.
“En pocos lugares se obtiene una pera tan deliciosa como en el Valle del Rio Negro”, comienza destacando el informe de Top Info. Además de ser una afirmación que nos llena de orgullo, es importante mencionar que es resultado del trabajo que los productores del sur realizan año a año para garantizar peras de mejor calibre, más dulces y con mejor perdurabilidad en el tiempo.
Un sector con compromiso social
Esta semana, la Federación de Productores de Rio Negro y Neuquén firmó un convenio con el Ministerio de Educación de Río Negro en donde se comprometió a proveer de frutas y verduras a los comedores escolares durante el ciclo lectivo 2021. Especificamente, comprarán a los productores locales por mes un total de 25.000 módulos de 10 kilos de alimentos que tendrán: peras, manzanas, papas, cebolla, zapallo, frutos secos y miel.
“Desde el comienzo de la gestión nos propusimos orientar la compra del Estado a productores en forma directa y se logró gracias a su organización. Hoy tenemos el orgullo de decir que en Río Negro a pesar de los tiempos difíciles que estamos viviendo, estamos muy atentos a la calidad nutricional de nuestros niños, niñas y familias, por eso combinamos la fuerza de los distintos ministerios para poder llegar a esta política”, manifestó Arabela Carreras, gobernadora de Río Negro durante la firma del acuerdo.
Es importante mencionar que este no es el primer año que la Federación emprende este trabajo. Durante el 2020 entregaron un total de 13.300 módulos de alimentos y para el 2021 se proponen casi duplicar esas cifras. Además de abastecer a comedores, este año el convenio llegará a las cárceles y hospitales de Río Negro, y de Buenos Aires.
“Es un programa de comercialización que a pesar de un año que nos tocó vivir en pandemia fue un éxito y hoy nos encontramos en una nueva etapa con el doble de módulos por entregar, así que crecemos. Es una alternativa muy pero muy importante para los productores porque les asegura cubrir el costo de producción más utilidades y por el otro lado que la provincia pueda surtirse de los productos rionegrinos”, aseguró Sebastián Hernández, vicepresidente de la Federación.
La iniciativa, en palabras de los productores, es una herramienta que les permite colocar su fruta en establecimientos públicos y privados sin pasar por los grandes empaques de la zona y obteniendo “precios que contemplan los costos productivos y dejan un margen de rentabilidad”.