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Producción

"El mercado está ávido de bioinsumos debido a la presión del consumidor"

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|Argentina| 

“Estamos en el camino correcto en la difusión de los bioinsumos que, seguramente, mostrarán en años venideros la importancia que tienen en una producción sustentable y amigable con el medioambiente”. Estas fueron las palabras de apertura de Roberto Rapela, titular de la Cámara Argentina de Bioinsumos (CABIO), durante la tercera y última jornada del ciclo Bioinsumos: herramientas del presente que alimentan el futuro, organizado por dicha institución junto a la Federación Nacional de Mercados Frutihortícolas (Fenaomfra) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

El ciclo tuvo tres jornadas (12, 19 y 26 de mayo) en las que participaron agrónomos y especialistas en bioinsumos, junto a representantes de empresas que mostraron sus avances en estas tecnologías para la producción agrícola. 

“Este tema era inexplorado para nosotros, pero estábamos convencidos que podíamos entrar en un nicho que no estaba en la frutihorticultura argentina”, dijo por su parte Carlos Otrino, presidente de Fenaomfra. “La agricultura es un sistema dinámico que nos lleva a modificar las estructuras y saltar hacia nuevas tecnologías, con vistas a los que nos impone el futuro: garantizar los sistemas productivos”, coincidió Tomás Krotsch, veterinario especialista en Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de Alimentos, en representación del IICA.

"Vimos que hay un gran nicho, con mucho potencial, en el mercado intensivo del sector hortícola y frutícola"

En la primera charla técnica de la jornada expuso el agrónomo Guillermo Peruzzi, especialista en bioinsumos con gran experiencia en la materia dentro del cinturón hortícola platense, uno de los más importantes a nivel país. Peruzzi señaló que este periurbano es un sistema “con alto riesgo ambiental” dado que, si bien existen buenos suelos para la producción agrícola, la zona cuenta con poca planificación que trae como consecuencia “contaminación, degradaciones físicas y químicas y elevación de costos” por un uso ineficiente de los insumos. En este contexto, señala el especialista, los bioinsumos pueden ser parte de un proceso de cambio a nivel tecnológico y productivo.

Luego fue el turno de las empresas Microvidas S.R.L y Fragaria SA. En el primer caso, la agrónoma Herminia Vivas expuso los resultados del uso de microorganismos en cultivos intensivos, con el foco puesto en experiencias en frutillas, tomates y sistemas hidropónicos. En el segundo caso, el agrónomo Nicolás Lombardi hizo referencia a las nuevas herramientas bio en la frutihorticultura. 

“Nuestro esquema de desarrollo de producción se basó en un mercado de extensivos, en todo lo que es soja, maíz, girasol, trigo, alfalfa y demás. Pero vimos que hay un gran nicho, con mucho potencial, en el mercado intensivo del sector hortícola y frutícola, donde nuestras tecnologías, desarrollos e innovación pueden entrar. Es decir, todo lo que se esté usando en tecnologías más amigables, traspolarlo a los cultivos intensivos”, expresó Lombardi.

Leer también: Destacan los beneficios económicos y ambientales de los bioinsumos

Luego siguió Pablo Senés, agrónomo de Bioquímica S.R.L, quien disertó en el uso de bioestimulantes en producciones intensivas. “Muchos suelos de cultivos intensivos tienen gran cantidad de materia orgánica, pero que no está disponible para las plantas. El trichoderma es una solución que permite la solubilización de nutrientes, la protección frente a patógenos, una mejor calidad orgánica de cosecha y resistencia al estrés hídrico y sálico”, explicó Senés.

Y agregó: “El trichoderma permite un mejor rendimiento (entre el 5 y 10 %), menor incidencia de patógenos, precocidad en la cosecha, mayor calidad de frutos, tubérculos, raíces y hojas, y disminución en el uso de fertilizantes de síntesis química”.

"Hoy los consumidores jóvenes ya están pensando distinto, con un cambio de paradigma realmente"

El último en exponer fue Juan Pablo Britcha, agrónomo de la empresa Agro Adavance Technology, que fue el encargado de cerrar no sólo la jornada sino todo el ciclo de bioinsumos. “Una tendencia en Europa es la prohibición de pesticidas sintéticos que va a llevar a disminuir el 50% del uso de agroquímicos y fertilizantes de síntesis. Eso abre una gran ventana al desarrollo de los bioinsumos”, dijo Britcha.

El mercado está ávido y queriendo adquirir más tecnología de bioinsumos debido a la presión del consumidor. Hoy los consumidores jóvenes ya están pensando distinto, con un cambio de paradigma realmente. Hay una ola, una tendencia al cambio en estos hábitos que tenemos”, añadió.

Un interés creciente

En total, el ciclo contó con 980 inscriptos. El buen nivel de participación de productores, agrónomos y estudiantes da cuenta del interés creciente en la temática. A esto hicieron referencia los organizadores durante cada una de las jornadas.

“Hemos quedado asombrados con el alto nivel de participación que están teniendo estas jornadas, y por el interés genuino por los bioinsumos. Este es el comienzo de una nueva etapa, de un paradigma diferente”, dijo Rapela, de CABIO. 

“Creo que dar el salto depende de los productores y los agrónomos: queremos que empiecen a preguntar y pedir por los bioinsumos”, agregó Krotsch, de IICA, refiriéndose a los espectadores del encuentro que participaron tanto por Zoom como por YouTube.

Podés leer los resúmenes de la primera y segunda jornada en InterNos. También podes volver a ver los encuentros, de manera gratuita, en el canal de IICA y en la página web de Fenaomfra.

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