Comercialización
El protagonismo de Sudáfrica condiciona las exportaciones limoneras
|Argentina|
La campaña de limón en Argentina enfrenta este año algunos obstáculos que condicionan la comercialización en los mercados extranjeros. Entre ellos se encuentran los nuevos requerimientos sanitarios, la creciente competencia internacional y la inestabilidad climática durante el último período, que produjo caídas en los volúmenes productivos.
“Hasta el mes de noviembre 2020, la gran sequía que veníamos teniendo en nuestra provincia nos llevaba a pensar que íbamos a tener una merma importante en la producción. Pero a partir del verano, desde diciembre 2020 hasta el mes de abril de este año, las lluvias fueron más regulares, lo cual contribuyó a la recuperación de las plantas. No obstante, esta situación generó un desorden fisiológico en las plantas observando distintas situaciones al momento de hacer una estimación”, explicó a Freshplaza Francisco Rotella, director comercial de la empresa Citrusvil.
La aparición de nuevos competidores a nivel internacional y las dificultades que Argentina enfrenta en términos sanitarios son quizás los factores que más dificultan las exportaciones de limones. Vale mencionar que este año el inicio de la campaña de comercialización coincidió con la reapertura del mercado europeo para los cítricos nacionales y si bien desde el sector productivo lo reconocieron como una buena noticia, existe una gran preocupación debido a las nuevas y exigentes medidas sanitarias impartidas por la Unión Europea (UE).
A partir de ahora dicho mercado solicitará que todos los cítricos argentinos se produzcan en parcelas autorizadas por Senasa. Además, la mercadería deberá ser tratada y analizada en laboratorios a lo largo de todo su ciclo productivo, en los empaques y durante la preparación de los cargamentos, para evitar posibles riesgos relacionados a la Mancha Negra, motivo que causó la suspensión en julio de 2020. Estas normativas implicarán para los productores un incremento en los costos.
“Más del 30% de las unidades productivas del país no se inscribieron para exportar a Europa antes de que estas normativas se dieran a conocer. Por lo tanto, es muy probable que ahora ese porcentaje aumente. No todos los productores van a poder enfrentar los costos y los condicionamientos que exigen los envíos”, explicó hace unas semanas José Carbonell, presidente de Federcitrus, a InterNos.
A esto hay que sumarle que durante el tiempo que Argentina no pudo enviar frutas a la UE, otros países fueron cubriendo la oferta y haciéndose más fuertes. Este es el caso de Sudáfrica que hasta el momento despachó aproximadamente el 85% de su producción a los mercados de Medio Oriente, Sudeste Asiático y Rusia, y se estima que desde este mes hará envíos a Europa. Además, hace varias semanas ocupa un lugar importante en Canadá.
“Este año Sudáfrica tiene el objetivo de exportar unas 453.000 toneladas, es decir, un 15% más con respecto a lo exportado durante el 2020 (395.000 toneladas). Para colocar ese volumen, necesitan agilizar los movimientos de stocks a partir de estrategias comerciales agresivas en términos de precios”, manifestó Rotella.
El fortalecimiento de estos nuevos competidores ubica en una posición de desventaja a Argentina frente al mundo porque, por ejemplo, Sudáfrica tiene costos productivos mucho más bajos que nuestro país. La falta de financiamiento, los costos logísticos para exportar y las caídas en los volúmenes productivos se vuelvan un obstáculo para la fruta nacional.
Una de las opciones que tiene nuestro país frente a estas variables es la búsqueda de mercados alternativos donde colocar la fruta. En dialogó con este medio, Carbonell consideró que China, Estados Unidos e Indonesia pueden ser tres mercados que ayuden a “compensar las complicaciones que impone Europa” en términos sanitarios. El problema radica en que esta estrategia también está entre los planes de otros países, lo que puede generar algunas rispideces comerciales entre quienes intenten ocupar un lugar en nuevos mercados.