Comercialización
Manzanas: consumo y producción al rojo vivo
|Argentina|
Si hablamos de incorporar frutas a la dieta diaria en lo primero que pensamos es en las manzanas. Lo que sucede es que esta fruta de pepita no solo goza de una dulzura particular y es un alimento rápido y fácil de comer en cualquier momento del día, sino que además cuenta con una gran cantidad de beneficios para nuestra salud. Las manzanas son una excelente fuente de fibras, vitaminas, minerales, son antioxidantes e incluso se cree que su consumo puede prevenir distintos tipos de cánceres y enfermedades cardiovasculares.
Si vamos a las estadísticas, nos encontramos con que las manzanas son de las frutas que hasta el momento más se consumen en nuestro país: 8 kg promedio por habitante por año. Por ende, también son de las que más se comercializan. Es la tercera fruta con mayor ingreso al Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), lo que corresponde aproximadamente al 14.37% del volumen total de frutas.
Para conocer a donde se producen estas pomáceas es necesario viajar al sur de nuestro país, específicamente a la zona del Alto Valle del Río Negro y Neuquén, y al Valle Medio del Río Negro. En esa ubicación se concentra el 85% de la producción nacional de peras y manzanas. Aproximadamente 50.000 hectáreas cultivadas, de las cuales se cosechan al año casi 1.8 millones de toneladas de fruta. De ese total, el 60% corresponde solo a manzanas.
Según estadísticas de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), la zona cuenta con aproximadamente 4.000 productores, 260 establecimientos de acondicionamiento y empaque, 220 establecimientos frigoríficos, y 11 empresas elaboradoras de jugo concentrado. Esta actividad genera más de 50.000 puestos de trabajo directos y 15.000 indirectos, lo que la convierte en uno de los sectores económicos más importantes de Neuquén y Río Negro. Además en época de cosecha, la actividad emplea a trabajadores de diferentes puntos del país. Los conocidos trabajadores golondrinas.
En los Valles, la temporada de manzana se inicia en noviembre/diciembre con las tareas culturales. Luego en enero se comienza a recolectar la fruta y este proceso dura hasta aproximadamente fines de marzo o principios de abril. Entre enero/ febrero la variedad Royal Gala es la primera en cosecharse e ingresar a los mercados mayoristas de Argentina. A esta le siguen la Red Delicious (fines de febrero) y las variedades “verdes” como la Granny Smith y Golden Delicious que se cosechan en la misma época. Estas manzanas permanecen en los mercados durante todo el año, ya que se conservan en cámaras de frio o de atmósfera controlada lo que permite regular la oferta productiva que ingresa a los galpones de empaque y que salen a los mercados hasta la nueva temporada.
Si bien la producción de manzanas por excelencia se ubica al sur de Argentina, Mendoza es otra de las provincias que cuenta con algunas hectáreas dedicada a esta fruta. Principalmente se ubican en el Valle de Uco donde se cosechan aproximadamente entre 50.000 y 80.000 toneladas de manzanas por temporada. Esta zona tiene la característica de proveer a los mercados argentinos una variedad primicia de manzana que se cosecha en el mes de diciembre. Es decir, antes que inicie la temporada en el resto del país lo que le otorga una calidad superior al fruto. A fines de febrero y principios de marzo, Mendoza también cosecha al igual que la zona del Valle patagónico manzanas Red Delicious, Granny Smith y Golden Delicious. A estas regiones le siguen con menores volúmenes productivos San Juan, principalmente la zona del Valle de Tulum y algunas hectáreas también concentra La Pampa en la ciudad de 25 de Mayo.
Los destinos a los que se dirige la manzana argentina son variados. El 50% de lo que se cosecha va a la industria para la elaboración de jugos concentrados, sidra, deshidratados, conservas, pulpas deshidratadas y licores. Mientras que al mercado interno para su consumo en fresco se destina el 28% de las manzanas. Debido a su carácter estacional y a la necesidad de conservar la fruta en cámaras de frío, para que los argentinos podamos consumirla durante todo el año, los precios de las manzanas varían según los meses del año. Cuando hay mayor cantidad de oferta –desde enero a marzo- los precios suelen ser más bajos. Luego, desde agosto hasta diciembre su valor empieza a crecer ya que el mayor porcentaje de la oferta está cubierta por manzanas conservadas en cámaras frigoríficas.
Si observamos hoy los precios en los mercados podemos decir que en el MCBA, el precio de las manzanas Red Delicious proveniente de Río Negro en cajones de 20 kilos van desde los $1300 a los $2400. Al igual que en en el Mercado Mayorista de Villa María. Mientras que las manzanas verdes, Granny Smith rionegrina, cuesta entre $1400 y $2000 un cajón de 18/20 kilos. Es importante mencionar que los valores de las manzanas varían según el tipo y la calidad de las mismas. Las variedades elegidas son siempre más caras que las que se conocen como manzanas comerciales.
Manzanas de Argentina al mundo
Otro de los fines de las manzanas argentinas son las exportaciones. El comercio internacional para este sector productivo es sumamente importante porque a lo largo de los años nuestro país supo ganarse un lugar en el mundo y hoy tiene un protagonismo asegurado como proveedor de la fruta. Anualmente, Argentina exporta aproximadamente 300.000 toneladas de manzanas frescas. Estas cifras, hacen que la actividad represente la mitad de las exportaciones de fruta fresca que el país realiza en total. La zona del Alto Valle es la encargada de esta actividad y sus envíos parten del puerto San Antonio Este que se encuentra administrado por el consorcio Patagonia Norte. Entidad que se encarga de gestionar la logística de las exportaciones de ultramar.
Durante el 2020, de acuerdo a un informe estadístico del Centro Regional Patagonia Norte del Senasa, los envíos de manzanas a latinoamérica registraron un aumento del 24% lo que representó un total de 56.325 toneladas contra las 45.390 que se comercializaron en el año 2019. Los principales envíos de la fruta se realizaron hacia Paraguay (69%) y a Bolivia (42%). Además, Brasil recibió en el mismo periodo un 16% más de manzanas de las que importó en 2019.
Si bien estas cifras fueron el año pasado una buena noticia para el sector, es importante aclarar que los mercados latinoamericanos son categorizados en el mundo como marginales porque pagan precios muy bajos y por la inestabilidad económica que los representa. Por lo tanto, puede decirse que los envíos de manzanas resultan menos beneficiosos para Argentina si se los compara con los de peras que se exportan a mercados como Rusa, Brasil, Italia y Estados Unidos. Destinos que no presentan condiciones de inestabilidad, lo que hace que los precios sean más altos y el ingreso de dólares a nuestro país sea mayor.
A estos datos es necesario sumar las últimas estimaciones que USDA y Senasa hicieron sobre la producción y comercialización de manzanas argentinas para este 2021. Los informes elaborados por estas instituciones arrojaron algunas estadísticas que es necesario tener en cuenta. Primero, USDA estimó que para este año la producción de manzanas frescas en Argentina disminuirá un total de 10.000 toneladas y las exportaciones tendrán una caída aproximadamente de 100.000 toneladas. Esto último, asociado principalmente al incremento de la oferta de frutas en el hemisferio norte y a la falta de competitividad de Argentina en los mercados internacionales.
Paralelamente, Senasa habló de una caída considerable en el consumo interno de manzanas. Según explicaron, durante los primeros cuatro meses del año en las góndolas locales se colocaron un total de 82.000 toneladas de manzanas, lo que refleja una caída interanual del 30%. Las razones tienen que ver principalmente con volúmenes menores en las cosechas –aproximadamente 10% -, no solo para las manzanas que se destinan al consumo en fresco sino también para las que van a industria.
Toda esta información va de la mano y no hace más que preocupar al sector productivo de manzanas. Un rubro que desde hace un buen tiempo viene reclamando por la falta de rentabilidad, los altos costos productivos y la escasez de créditos blandos para la inversión. Si a este panorama le sumamos que el consumo de dicha fruta está en caída, y su comercialización en el mercado interno disminuye proporcionalmente, o los niveles inflacionarios que hoy en día registra Argentina, las estimaciones terminan siendo más negativas que optimistas para las manzanas nacionales.