Política Sectorial
Federico Bayá: "El negocio del arándano hoy no tiene rentabilidad"
|Argentina|
Desde hace algunas semanas en InterNos convocamos a representantes de las distintas actividades frutícola para conocer cómo se están desarrollando sus cosechas y cuáles son las perspectivas de mercado para esta campaña 2021. En esta oportunidad hablamos con Federico Bayá, vicepresidente del Comité Argentino de Arándanos (ABC). Panorama de exportación, estructura impositiva y costos laborales, algunos de los puntos tratados en esta conversación.
Federico, ¿cómo está siendo la campaña en términos climáticos?
Fue un año muy bueno para el desarrollo del cultivo. Las plantaciones se están desarrollando bien. Ha hecho poco frío, tuvimos heladas pero sin mucha intensidad. Como consecuencia la fruta se termina adelantando. Estamos dos semanas adelante respecto a la temporada pasada. Y eso es importante por varias razones: una porque llegás más temprano al mercado. Pero además la temporada de lluvias es muy marcada en la zona productiva hacia mediados y fines de octubre. De esa manera, le escapas con más volumen a la lluvia. Tenes menos fruta susceptible de ser agarrada por esa lluvia que te complica la cosecha. La producción va a ser muy similar a la del año pasado, alcanzaría unas 10 mil toneladas para la exportación en fresco.
¿Están creciendo las hectáreas de arándanos plantadas en Argentina?
No se está invirtiendo en nuevas superficies. Sí hay un intercambio varietal que se sostiene todos los años, que no va más allá del 10%, con el que se busca ir mejorando la calidad de las plantaciones y tener las variedades que pide el mercado. Se van retirando las que son poco demandadas, rinden pocos kilogramos por hectárea o cuya calidad no es buena para ser enviadas por barco, que hoy es un requerimiento muy importante.
¿Cuáles son las expectativas en los mercados internacionales este año?
El consumo de arándanos está aumentando en el mundo, lo que es una buena noticia porque tenemos un competidor muy importante como Perú, que sigue creciendo. El año pasado produjo 160 millones de kilos y ahora estiman llegar a los 200. Eso requiere de un mercado que pueda absorber esos nuevos 40 millones de kilos que van a haber en la plaza. Por otro lado, estamos mirando cómo cierra su temporada climáticamente el hemisferio norte, para saber cómo estará el mercado al momento de ingreso de nuestra fruta (NdE*: el pico de la exportación de arándanos se da en el mes de cotubre). Tenemos expectativa porque en Europa las plantaciones han sufrido bastante con días de extremo calor. Lo mismo en Estados Unidos, en sus dos áreas de producción, tanto la costa Este como en la costa Oeste, donde tuvieron picos por encima de los 40 grados. Así que somos optimistas de que el mercado internacional demande bastante producto argentino.
¿En qué momento está hoy Argentina en la producción de arándano, teniendo en cuenta que fue una actividad de un crecimiento explosivo diez años atrás? ¿Sigue siendo rentable invertir en el sector?
El negocio hoy no tiene rentabilidad. A partir de la incorporación del fuerte ingreso de Perú los precios han caído cerca del 50% y la verdad es que estamos con niveles de competitividad muy bajos. Pensá que el jornal peruano está por debajo de los 10 dólares, el nuestro está por encima de los 15 y ellos no pagan las cargas sociales que pagamos nosotros. Tenemos un tipo de cambio que no es real, se nos paga prácticamente 2/3 del valor real del dólar, pagamos 170 impuestos. Este año tuvimos un alivio que fue la quita de retenciones a partir de diciembre, esperamos que se mantenga y nos ayude a mejorar la situación.
¿Puede incluso achicarse la actividad en los próximos años?
Te diría que el arándano está subsistiendo. Está en un etapa donde no hay plantaciones nuevas, solamente recambios para no perder el tren. Y ahora estamos muy preocupados porque no tenemos todavía cerrada la paritaria para esta temporada. A pesar de que el dólar está totalmente planchado, el gremio está ofreciendo un aumento que nos llevaría a un incremento del 76% de cosecha a cosecha.
¿Cómo viene esa discusión?
Están pidiendo un incremento que nos dejaría totalmente afuera. Por eso solicitamos al Estado, al Ministerio de Trabajo, al Ministerio de Agricultura y a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario que escuchen nuestra voz. Hemos hecho propuestas mejores de todo tipo, pero el gremio está totalmente insensible, no entiende que nosotros ya dimos aumentos en enero y en febrero y, a pesar de eso, quieren un aumento del 45%. Sumado a lo de principio de año, sería un total del 76% de una cosecha a otra. Con un dólar planchado como el que tenemos, perderíamos mucha competitividad, mucho más de lo que significó para nosotros la quita de retenciones.
*Nota del Editor.
Foto: Diario La Nación