Comercialización
Arándanos argentinos: Lo bueno viene en envase chico
|Argentina|
Hace un tiempo encontrar arándanos en las verdulerías del barrio era toda una hazaña. Pero con los años, y gracias al esfuerzo de los productores frutícolas argentinos para incentivar el consumo de esta fruta, este berry se volvió uno de los mas codiciados. Aunque hay que reconocer que si se lo compara con otras frutas su consumo en el país continúa siendo bajo.
Poseedor de un sabor muy particular, dulce con un dejo de acidez, de fácil consumo y portador de una gran cantidad de antioxidantes, vitaminas y minerales los arándanos argentinos pasaron de ser una moda a posicionarse en el mercado interno y en el mundo por su excelente calidad.
En nuestro país su cultivo es relativamente nuevo. Comenzó a finales de los 90 y, a diferencia de otras producciones, el contexto de devaluación los empujó a crecer. Gracias a eso pudieron empezar a competir a nivel internacional con otros países de la región, ubicando a Argentina como un actor importante dentro del sector.
Podemos encontrar hectáreas productivas de arándanos principalmente en tres regiones: el NOA (Salta, Tucumán y Catamarca), el NEA (Corrientes y Entre Ríos) y algunas en la zona central (Buenos Aires). Su estacionalidad es muy marcada, de julio a diciembre los arándanos abastecen al mercado nacional e internacional. Las cosechas en las provincias productoras comienzan entre julio-agosto y el mayor volumen productivo se da en septiembre-octubre, meses en que se llevan adelante las exportaciones de la fruta.
Hoy en nuestro país existen 2442 hectáreas cubiertas de arándanos y un total de 93 productores. La zona del NOA es la que más superficie y productores concentra, 1241 y 25 respectivamente. A esta le sigue el NEA con 821 hectáreas y 50 productores y en el centro existen 380 hectáreas destinada a arándanos y 18 productores activos.
Anualmente se cosechan aproximadamente 17.500.000 kilos de la fruta. De ese total el 60% de las frutas frescas se destinan al mercado externo (9 millones), el 23% va a la industria (5 millones) y solo el 17% abastece al mercado interno para su consumo en fresco (3.5 millones). El principal destino internacional de esta fruta es Estados Unidos que absorbe el 61% de la producción nacional. A este le sigue Europa con el 27% y el restante se divide entre Europa, Canadá y China.
Exportar arándanos a otro países es posible por la ubicación geográfica de Argentina. Al estar en el hemisferio sur, nuestra nación cubre con frutas un periodo comercial en donde los países extranjeros de mayor poder adquisitivo no tienen producción propia. Hasta no hace mucho tiempo Chile y Argentina eran los únicos dos países que se dedicaban a cubrir esos mercados, pero hace unos años México, Perú y Marruecos ganaron protagonismo en el sector, lo que los posiciona como competidores directos. A eso hay que sumarle que estos nuevos actores, presentan costos productivos mucho más bajos que nuestro país y eso empuja a las empresas nacionales a repensar continuamente su rol para no perder protagonismo.
Para conocer los detalles de la actual campaña de arándanos, desde InterNos nos comunicamos hace unas semanas con Federico Bayá, vicepresidente del Comité Argentino de Arándanos (ABC), quien nos dijo: "El negocio hoy no tiene rentabilidad. A partir de la incorporación del fuerte ingreso de Perú los precios han caído cerca del 50% y la verdad es que estamos con niveles de competitividad muy bajos. Pensá que el jornal peruano está por debajo de los 10 dólares, el nuestro está por encima de los 15 y ellos no pagan las cargas sociales que pagamos nosotros. Tenemos un tipo de cambio que no es real, se nos paga prácticamente 2/3 del valor real del dólar, pagamos 170 impuestos. Este año tuvimos un alivio que fue la quita de retenciones a partir de diciembre, esperamos que se mantenga y nos ayude a mejorar la situación".
Otro de los desafíos que hoy presenta el sector arandanero argentino tiene que ver con la calidad de la fruta que se exporta. Hace unos meses Betina Ernst, cofundadora y actual presidente de Top Info Marketing SA, decía que nuestro país debe analizar si el objetivo es exportar mayor cantidad de fruta o mejores variedades para destacarse en el mundo. En este sentido vienen trabajando los productores y técnicos del sector, renovando variedades de arándanos para mejorar los estándares de la fruta. Incluso aparecen entre las opciones la posibilidad de ampliar la producción orgánica en el país.
A las consideraciones de la experta se sumó Luis Benedetto, dirigente de CASFEG, quien en una entrevista explicó: "El arándano hace años que ocupa un lugar muy importante en el sector productivo de nuestra provincia, que si bien es una fruta estacional como lo es también el citrus, demanda una considerable fuerza de trabajo, tanto de manera directa como indirecta. Contribuir al desarrollo del mismo en términos de innovación tecnológica aplicada a la productividad es fortalecer una fuente de ingresos para muchas familias de nuestra Región de Salto Grande”,
Si hablamos de las exportaciones, el 2020 fue un año de cambios para toda la actividad frutihortícola y este sector productivo no fue la excepción. Tradicionalmente el 90% los envíos de arándanos al mundo se realizaban por vía área, pero como consecuencia de la pandemia los vuelos se redujeron y las tarifas aumentaron considerablemente. Por lo tanto, las empresas argentinas debieron modificar su logística y aumentar los envíos marítimos de arándanos. Esto produjo que las toneladas que comercializadas fueran menores. De 12.8000 toneladas que se exportaban se pasó a enviar unas 11.000 y de ese total 6050 toneladas fueron por barco.
Pero como de lo malo siempre se saca algo bueno, hay que destacar que los envíos marítimos tuvieron costos más bajos y eso siempre es para destacar. Mientras que enviar frutas por avión le cuesta al sector unos 2,50 dólares el kilo, por barco esa cifra es de 0,50 centavos de dólar el kilo. La desventaja tiene que ver con los plazos de tiempo de llegada: por avión la fruta tarda solo un día y en barco pueden navegar entre 20 y 28 días hasta llegar a destino. Esto implica mayor acondicionamiento para su correcta conservación o una cosecha anticipada, ya que el arándano es una fruta altamente perecedera.
“Sabíamos que esto sucedería y que debíamos tener calidad para aumentar los envíos marítimos. Previamente tuvimos encuentros y capacitaciones con proveedores de equipos de atmósfera controlada para el transporte de la fruta. Así logramos alcanzar prácticamente el 60%, cuando en el pasado nunca habíamos llegado a superar el 30%”, explicó en su momento a este medio Federico Bayá.
Como bien dijimos, el fuerte de los arándanos está en los mercados internacionales. Aun así, el consumo interno no es una batalla perdida y sigue siendo un desafío para los arandaneros nacionales. Para aumentar el protagonismo de esta fruta entre los argentinos, las empresas del sector vienen realizando algunas acciones. Entre ellas, La campaña Mejor con Arándanos que es organizada por el Comité Argentino de Arándanos (ABC). La misma se lleva adelante desde 2017 con el objetivo de brindar capacitaciones y difundir información sobre la fruta entre los actores del sector frutihortícola argentino -verduleros, puesteros de mercados, productores, etc- para posicionar al arándano como alternativa de consumo masivo en el país.
“Desde sus comienzos en el país, hace más de 20 años, el sector del arándano en Argentina destina el 95% de la producción de arándano fresco a la exportación. Hoy, tras cuatro años concretos de la campaña, ese porcentaje descendió al 80%. En 2020 la campaña tuvo dos logros concretos: alto impacto en redes sociales y un aumento en el consumo interno que ascendió a tres millones de kilos anuales”, explicaron desde ABC a este medio.
En las redes sociales, las campañas realizadas por el Comité para promocionar a la fruta fueron constantes. En tiempos de pandemia, el canal digital fue uno de los espacios de mayor consolidación para la entidad y esto les permitió profundizar la interacción con los consumidores, aumentar los seguidores en las cuentas institucionales y lograron consolidar vínculos con referentes de ámbitos de la salud, la gastronomía y el deporte.
“Debido al éxito que está teniendo cada año, la campaña crece y suma aliados en todo el país. Este 2021 el objetivo es visibilizar aún más el consumo y el rol clave que las frutas de Argentina cumplen en el camino hacia la alimentación saludable”, manifestaron desde ABC.
La Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) es otra de las entidades del sector que también apuestan a difundir información sobre este cultivo y destacar sus potencialidades tanto para el mercado interno como externo. Con estos motivos, esta semana la entidad lleva adelante la 12° Jornada de la Asociación 2021 bajo la consigna “Arándanos Argentinos, sabrosos y sustentables". Consisten en un taller virtual y gratuito donde participan representantes de INTA, Senasa, la Facultad de Agronomía de la UBA y empresarios arandaneros argentinos -nucleados en ABC-, españoles y chilenos.
A la hora de consumir arándanos uno de los principales obstáculos tiene que ver con su valor. Los arándanos cobraron mayor protagonismo en los platos argentinos, pero siguen siendo consideradas frutas "exoticas" que se incorporan en determinados círculos sociales o gastronómicos. Por lo tanto, su precio es más alto en relación a otras frutas.
La clave para los consumidores finales, como sucede con todas las frutas y las verduras, es tener en cuenta la estacionalidad. Los arándanos no son las frutas más económicas de todas, pero si se las consume desde agosto-septiembre a diciembre-enero su valor es menor porque hay más oferta. Por ejemplo, en este momento los arándanos en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) cuestan aproximadamente $800 la caja de un kilo que contienen a su vez cubetas de 200 gr aproximadamente. Mientras que en el Abasto de Córdoba los arándanos cuestan hoy entre $1200-$1300 la caja de 12 cubetas y cada cubeta cuenta con 125 gr.