Producción
El gobierno incentiva la contratación de trabajadores rurales temporarios
|Argentina|
Luego de muchos años de llevar este reclamo al gobierno nacional, el pasado 12 de agosto se anunció oficialmente un plan para compatibilizar el trabajo rural registrado con el cobro de planes sociales. Se hizo bajo tres modalidades de contratación: temporaria, permanente discontinuo o de temporada.
La medida, que entró en vigencia durante los primeros días de septiembre -y tendrá dos años de duración- beneficiará a unos 250.000 trabajadores que desempeñan tareas en las distintas Economías Regionales del país.
Así como buscó fomentar el trabajo rural formal -incentivando a los trabajadores al registro-, ahora el gobierno intenta facilitar la contratación de personal de campo a los empleadores. A través de la Resolución conjunta 8/2021 determinó que, en el marco de este nuevo régimen, las prestaciones de los planes sociales -con excepción de la Tarjeta Alimentar- podrán ser “consideradas a cuenta del salario de los trabajadores” luego del sexto mes de iniciada la relación laboral.
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¿Qué significa? Que a partir del séptimo mes -y en adelante- el empleador podrá considerar a las prestaciones sociales “integrantes de la remuneración a todos los efectos”; es decir, podrá descontar dicho monto del salario percibido por el trabajador. El salario final percibido por el trabajador será menor que durante los primeros seis meses, aunque mayor al ingreso mínimo que le garantice el plan social. De esta manera, el gobierno busca liberarle algunos costos al empleador sin poner en riesgo la estabilidad en los ingresos de los “golondrinas”.
De cualquier manera, esta deducción de las prestaciones sociales del salario no exime a las empresas de abonar los aportes y contribuciones con destino a la Seguridad Social, que continúan siendo obligatorias.
Hace algunos días, Revista InterNos consultó a distintos dirigentes y empresarios del sector frutihortícolas a raíz de la compatibilización entre trabajo rural y planes sociales. Las respuestas sobre cómo habían recibido la noticia eran, palabras más palabras menos, las mismas: es una buena medida que, sin embargo, no solucionará el problema de fondo respecto a la falta de mano de obra en muchas regiones productivas. En algunos casos, los dirigentes señalaban que la mayor dificultad era la “pérdida de la cultura del trabajo”.
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Si bien es cierto que el grueso de los trabajadores que realizan tareas intensivas -como podas o cosechas- no permanecen más de tres o cuatro meses en una misma zona, esta Resolución complementaria podría ser una buena noticia para las empresas rurales que buscan ampliar su personal en el corto plazo, ahora con una herramienta que elimina obstáculos para la contratación formal.
Cabe recordar que la ausencia de registración tiene, además, un perjuicio fiscal para el empleador, ya que lo que no está declarado no puede deducirse en la liquidación anual del Impuesto a las Ganancias y los productores o empresas se ven en la obligación de absorber estos costos cuando las tareas de zafra y cosecha se realizan con un alto grado de informalidad.