La postpandemia condiciona el costo de las exportaciones argentinas

|Argentina|

El aumento que registró en el ultimo tiempo el transporte marítimo y la contratación de contenedores se impone como un límite para las exportaciones frutícolas argentinas. A eso se le suma el escenario postpandemia, la menor oferta de barcos y los problemas de carga y descarga en los puertos.

El incremento interanual de contenedores secos superó el 200%. De costar 2.587 dólares en octubre de 2020, pasó a costar 9.900 la semana pasada. Mientras que los contenedores refrigerados, aquellos que se utilizan para el transporte de frutas, mostraron un aumento menor pero que alcanzó el 50%.

El aumento interanual de los refrigerados rondaría los 2.000 dólares aproximadamente, cifra que se traduce en un costo promedio de 0.08 dólares por kilo de pera o manzana -frutas que tienen como principal destino el mercado extrajero-. Estos costos, según comentaron los empresarios frutícolas, deberá ser absorvido por el sistema local porque trasladarlo a las góndolas del mundo resulta casi imposible.

“El problema es realmente complicado. Los efectos de la pandemia comienzan a emerger rompiendo los equilibrios que venía mostrando el mercado hasta ahora. A los tradicionales problemas propios de la Argentina, esta temporada habrá que agregar los desequilibrios en los mercados globales”, señaló Adolfo Storni, CEO de Extraberries, Cerezas Argentinas y Frutos de los Lagos.

Entre las causas de los aumentos, además del contexto mundial desatado por el Covid-19, se encuentran la fuerte demanda de contenedores marítimos que se registró luego de la pandemia. Vale mencionar que el 85% del comercio mundial está en mano de nueve empresas, concentración que repercute directamente en los costos.

Otros de los motivos son el aumento en la contratación de barcos y contenedores para transportar mercaderías desde Asia, lo que provocó retrasos; una fuerte demanda de Estados Unidos; la falta de contenedores y la escasez de mano de obra. Recordemos que sobre eso último ya había hecho referencia el empresario argentino, Franco Sibilia, en entrevista con InterNos.

"Hay faltante de contenedores y de barcos a nivel mundial. La pandemia genera demoras en la carga y descarga de los barcos, que va generando a su vez un desabastecimiento no solo de la banana sino de todos los productos. Por ejemplo, hay problemas con los envases de la mercadería, que está aumentando porque no llega el insumo para los cartones. Y así todo. Toda la economía mundial de todos los productos pasa una situación similar. Antes pagábamos 1500 dólares un contenedor de Ecuador a Chile, hoy estamos llegando a pagar arriba de 3000 dólares ese mismo contenedor. Y eso hace que los valores de todos los productos aumenten", comentó el referente de Tropical Argentina.

Todos estos inconvenientes podrán revertirse cuando los barcos lleguen a destino sin demoras y cuando la oferta de portacontenedores aumente o esté más disponible.  El problema radica en que esto no sucederá antes del 2023. Además, nada garantiza que el costo del transporte marítimo volverá al nivel en que se encontraba antes de la pandemia.

Por su parte, el transporte aéreo no se encuentra en una situación mejor. La suba que seregistró en este servicio alcanzó hasta el 100% durante el 2021 y no hay bodegas para carga. Según informaron empresarios del sector, los arándaneros reorientaron la logística a través de Chile para poder llegar a Estados Unidos.

En pocas semanas empezará la temporada de cerezas y los frutícolas ya se empiezan a preocupar. “Hay una enorme incertidumbre en este punto. No sabemos con qué carga aérea podremos contar el mes próximo para enviar nuestra cereza a los mercados internacionales”, comentó Storni.

Algunas empresas nacionales ya están pensando en enviar parte de sus cargas, durante noviembre, por mar. La salida, en ese caso sería por puertos chilenos. El problema es que para este año el país trasandino estima que exportará más de 300.000 toneladas de cerezas al mundo, por lo que seguramente a la hora de repartir los contenedores se priorice la fruta chilena y no la de terceros.

Con información del Diario de Río Negro