Producción
Empezó la cosecha de damascos y hay pocas expectativas para esta temporada
|San Juan|
En Albardón y Pocito, departamentos ubicados en San Juan, comenzó la cosecha de damascos. En un contexto de reducción de hectáreas y productores, el sector asegura que para esta temporada las cantidades de frutas serán menores a los años anteriores.
El damasco, con los años, pasó de ser una de las frutas sanjuaninas más codiciadas a una de las relegadas. En los 80 y 90 su producción concentraba miles hectáreas pero hoy, según los productores locales, solo quedan 100 en pie. La oferta de la fruta es mucho menor en los mercados y están disponibles en periodos de tiempo más acotados.
Los motivos de esta marcada reducción son muchos, entre ellos los riesgos económicos que deben correr los productores mientras esperan el crecimiento de los frutales. Además, el damasco es una fruta que tiene muchos requerimientos. Para desarrollarse necesita un clima templado a templado-frío, determinadas cantidad de horas de frío y las heladas primaverales pueden afectar la floración de forma total.
Su cosecha demanda muchas horas de trabajo y mano de obra capacitada. Una vez recolectadas son frutas muy perecederas, por lo que para su conservación se necesita la implementación de sistemas de frío o atmosfera controlada que incrementan considerablemente los costos.
A eso es necesario sumarle que, a diferencia del durazno, es una fruta con bajo agregado de valor y eso lo vuelve un producto poco atractivo para la comercialización en fresco o para la industria.
“A veces, con una misma variedad se deben hacer cuatro y hasta seis pasadas para sacar todo y eso complica mucho. En las primeras va bien, luego ya se pierde el interés. Otra cosa es que van entrando otras fincas a cortar y se arma un embudo: falta gente capacitada. Además, las variedades tienen comportamientos erráticos y algunos años dan y otros no. Por ello, una solución que hemos encontrado en tener varias cultivares en una sola finca”, comentó al Diario de Cuyo un productor de la zona.
El año pasado los productores cosecharon menor cantidad de fruta y el factor que condicionó el volumen fue la crisis hídrica que traviesa la provincia. Vale mencionar que ese factor limita desde hace una década el desarrollo productivo de la zona, y si bien el gobierno provincial está tomando algunas medidas al respecto, para muchos productores resultan "insuficientes". Algunos invierten en tecnologías de riego más sofisticadas, pero no todos tienen las mismas posibilidades.
En promedio, actualmente se cosechan unas 300 cajas de 22 kilogramos por hectárea. Luego, en el empaque, de cada una salen 2 cajones de madera de 10 kilos (así se comercializa en el mercado). El porcentaje de fruta que se descarta es aproximadamente entre un 10 y un 15%.
En cuanto a los precios, para esta temporada el cajón de damascos se encuentra aproximadamente a 2.700 pesos. Unos 500 pesos más que la campaña pasada. Pero, así como aumentaron los precios, también lo hicieron los costos y los insumos para las tareas de fertilización, cura y mantenimiento de las fincas. Por ejemplo, durante la temporada anterior el cajón de madera costaba 68 pesos y ahora cuesta 150. El frío para conservar la fruta costaba 40 pesos y ahora 85; las bolsas valían 4 pesos y en 2021 pasaron a costar 15, mientras que el flete paso de 47 pasó a 85 pesos.
Nota elaborada con información de el Diario de Cuyo