Comercialización
Mercados, aranceles, contenedores: ¿Qué le espera a la nueva campaña de cerezas?
|Argentina|
La cosecha de cerezas comenzó en Argentina el pasado 21 de octubre, en Mendoza, provincia que destaca por sus variedades tempranas. Desde el 8 de noviembre los establecimientos del Valle Medio de Río Negro y Neuquén se sumaron a las tareas de recolección, con buenas expectativas productivas aunque expectantes por lo que suceda a nivel climático durante las próximas semanas.
“Tenemos buenas expectativas en general. Pero no aventuramos números porque todavía estamos en una situación donde hay pronósticos de lluvias, tanto en Mendoza como en Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Hay que ser cautos”, dijo a InterNos Aníbal Caminitti, Gerente Ejecutivo de la Asociación Argentina de Productores Integrados de Cerezas (CAPCI).
En las últimas semanas, las zonas productiva del Alto Valle y el Valle Medio sufrieron heladas que impactaron sobre todo en los pequeños y medianos productores que no tenían cubiertas sus plantaciones. Probablemente esto produzca una leve merma en la oferta del mercado interno y no afecte a la exportación, ya que las fincas que envían su mercadería afuera tienen, en su gran mayoría, eficientes sistemas de control de heladas.
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“En lo que respecta al volumen explotable, estimamos un crecimiento en torno al 15% respecto a las 6070 toneladas de la campaña anterior. Y si sigue todo como ahora, climáticamente hablando, seguramente habrá menos oferta en los mercados de Argentina”, señaló el dirigente.
Las altas temperaturas de diciembre y enero serán condicionantes de la potenciales ventas ya que, por ejemplo, la campaña pasada mucha fruta que tenía destino de exportación estaba “demasiado blanda” y tuvo que redirigirse al mercado interno o a mercados regionales de cercanía, como Brasil.
El problema de los contenedores en la logística de exportación
El aumento que registró en el último tiempo el transporte marítimo y la contratación de contenedores se impone como un límite para las exportaciones frutícolas argentinas. A eso se le suma el escenario post pandemia, la menor oferta de barcos y los problemas de carga y descarga en los puertos. La cereza es solo una de las decenas de producciones argentinas que se ven afectadas.
En el caso de Argentina es importante señalar que el mayor volúmen de sus envíos los realiza desde el puerto chileno; otro pequeño porcentaje se hace vía puerto de Buenos Aires y el resto en aviones, sobre todo cuando los destinos son Medio Oriente y el Sudeste Asiático.
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Este punto no es menor porque Chile es uno de los exportadores más importantes de cereza a nivel mundial, por lo que su demanda de contenedores es muy importante. El año pasado el vecino país envió al exterior 352 mil toneladas; para esta temporada se espera que ese número ascienda a 400 mil toneladas.
En ese marco, la fruta argentina deberá compartir bodega con Chile. Según explica el dirigente, no habrá problemas de disponibilidad pero sí de costos. “Algunas navieras ya han garantizado algunos servicios de cherry express, navíos específicos de cereza, que salen a China para garantizar la salida de la fruta chilena, por ejemplo. En esa línea estamos nosotros hoy, y vamos a tener que ajustarnos a las posibilidades logísticas”, declaró.
“Los problemas también se suceden con los envíos aéreos. Hay menos líneas operando y menores frecuencias de vuelo. En algunos casos tenemos que hacer hasta tres transbordos para llegar a lugares lejanos como Singapur, por ejemplo. Y los costos también se han incrementado considerablemente por la oferta y la demanda”, agregó Caminiti.
¿Abrir nuevos mercados o potenciar los actuales?
En un artículo publicado en julio de 2020, indagamos sobre el peso que tuvo China en la importación de cerezas desde Argentina los últimos años. Este mercado representa una gran oportunidad para nuestro país porque demanda una fruta de calidad y además ofrece buenos precios. Basta ver el crecimiento en los números: en la campaña 2018/2019, cuando se abrió este mercado, se enviaron 1139 toneladas. En la siguiente, 2019/2020, se enviaron 2253 toneladas y en la del 2020/2021 fueron unas 2486.
Sin embargo, hay dos obstáculos para los fruticultores nacionales en este destino: la competencia con Chile y los aranceles de ingreso.
“El mercado chino empezó la temporada con muchas expectativas, marcando la tendencia como el mercado con mayor demanda y buenas cotizaciones. Sin embargo, nosotros tenemos a Chile como un competidor importante en cuanto a volúmen. Y el mercado chino absorbe más del 90% de sus exportaciones. Hasta ahora no viene acusando impacto en los precios, pero la oferta chilena sigue creciendo y eso puede impactar a mediano plazo", dice Caminiti.
Por otro lado, el dirigente señala que tanto el sector de la cereza como otras actividades frutícolas argentinas necesitan gestionar nuevos acuerdos comerciales para reducir los aranceles de ingreso, lo que permitiría competir en mejores condiciones contra otros países productores como Chile y Perú.
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“Tenemos aranceles comerciales que nos dejan fuera de la competitividad. Son negociaciones a largo plazo, que se logran con Tratados de Libre Comercio. Por lo cual, es casi una misión imposible para Argentina. Vemos alejadas las posibilidades de reducir el 10% que tenemos en China, pero también el 40% que tenemos en Tailandia, el 30% en India o el 12% de Europa. Mientras tanto, todos nuestros competidores tienen 0%”, describió.
Por eso, para el Gerente Ejecutivo de CAPCI la estrategia del sector debe ser “profundizar los mercados que están abiertos, tener mayor participación” y, en todo caso, prepararse para crecer en aquellos mercados que descuide la fruta chilena, muy centrada en la exportación a China.
En este sentido, serán fundamentales tanto los países de Medio Oriente como del Sudeste Asiático. Este año se realizaron 9 misiones comerciales, virtuales, en países como Emiratos Árabes, Qatar y Arabia Saudita, para incrementar envíos. También en Singapur, Indonesia y hasta Tailandia, ya que aparecieron importadores interesados a pesar de alto arancel. Además, Caminiti adelantó que en 2022 trabajarán en rondas de negocios para crecer en Estados Unidos y Canadá.
“La apertura de nuevos mercados a nivel sanitario es importante, pero tiene que ir de la mano del tema comercial. Porque de nada sirve abrir Tailandia, que se hizo con un gran esfuerzo del sector privado, para después tener un 40% de aranceles y no vender una sola cereza, como hasta ahora”, concluyó.