Política Sectorial
Pablo Cervi: "Hay que generar el entorno para que la actividad vuelva a ser viable"
|Argentina|
El apellido Cervi no pasa desapercibido para quien conoce de cerca la fruticultura del Valle, pero tampoco para aquellos que, en la verdulería, prestan atención a los stickers de las peras y manzanas que compran. Muchas de ellas llevan el nombre de esta empresa patagónica, una de las más importantes en el abastecimiento interno de nuestro país.
Pablo Cervi, uno de sus directores, asumió el pasado 7 de diciembre como Diputado Nacional por la provincia de Neuquén, integrando el bloque de Juntos por el Cambio. Y si bien no es nuevo que la política incorpore a profesionales o empresarios de otros mundos, para el sector frutícola es una buena noticia tener un representante a nivel nacional para trasladar allí sus exigencias.
Revista InterNos conversó con él sobre el escenario político actual, la situación de las Economías Regionales y sus ideas para la actividad de peras y manzanas, específicamente.
Asumís como diputado en un momento caldeado de la política nacional post-legislativas. E incluso dentro del bloque de Juntos por el Cambio, que sufrió cambios importantes en los últimos días debido a una interna del radicalismo. ¿Qué evaluación haces al respecto?
Creo que es un momento interesante de la política debido al equilibrio de fuerzas que se logró a partir del 14 de noviembre, permite que en el Congreso realmente se pueda discutir. El paso que queda es que el oficialismo acuse recibo del resultado de las urnas. Que se den las discusiones que haya que dar. Y se logren consensos que son necesarios para salir adelante.
¿Con qué expectativas llegas a este desafío? ¿Qué crees que podés aportar a la política desde tu experiencia como empresario nacional?
Viniendo del sector privado es la primera vez que tengo un cargo público. Y creo que puedo aportar desde la posición de alguien que le tocó pagar 931, que sabe lo que es generar empleo y lo que cuesta mantener y pagar los impuestos a fin de mes. Creo que puedo aportar desde mi experiencia en el sector productivo, sobre todo desde la fruticultura que es un sector muy interesante. En general, los representantes tienen una mirada más generalista sobre las Economías Regionales.
Era una deuda pendiente la presencia de dirigentes que conozcan con más especificidad lo que sucede en las producciones regionales.
Es un desafío. Nos pasó en el gobierno anterior, tuvimos dificultades para que entiendan la importancia y el valor agregado que tienen estas economías. Y sobre todo su impacto en la generación de empleo por fuera de la pampa húmeda.
Formas parte de una empresa próspera en la fruticultura del Valle. Sin embargo, esa buena performance contrasta con los números en la producción y exportación de peras y manzanas, que cayó considerablemente en los últimos años. ¿Qué diagnóstico haces de la situación? ¿Qué aporte puede hacer la política nacional para relanzar la fruticultura de Neuquén?
Nosotros hemos logrado posicionar a la marca con un trabajo muy completo, desde la selección genética hasta el manejo a campo. Pero esa no es la realidad que le ha tocado a la mayoría del Valle, donde ha habido un fenómeno de reducción muy importante. De un 1.800.000 de toneladas que se producían, hoy estamos en la mitad. Por otro lado, se da un fenómeno de concentración de superficies y de tamaño de empresas. Y creo que para revertir esto hay que generar las condiciones desde la política. Por ejemplo bajando costos laborales, en una actividad que tiene, en el global, un 40% de costos en mano de obra. Y por otro lado creo que hay que darles aire a las empresas y los productores. Hoy la carga fiscal es muy importante en una actividad que tiene gran agregado de valor. Impuestos brutos que se acumulan en la cadena y que incluyen casi un 5% del total de lo que cuesta una caja puesta en el puerto. Hay que generar un entorno para que la actividad sea rentable y vuelva a ser viable.
¿Y desde lo productivo?
La única fruticultura posible es con incorporación de tecnología. Y hay que facilitar las condiciones para que todos los productores puedan acceder. Tenemos que reducir la brecha y evitar que se expanda el fenómeno de concentración. Ahí tiene que estar la mano del Estado para hacerle llegar la tecnología a todos los productores, independientemente de su tamaño.
¿Tenés ideas o proyectos pensados para el sector de peras y manzanas en particular?
Hay varios temas en agenda. Uno de ellos es simplificar el empleo y facilitar la contratación. Muchos chacareros dejan de producir por dificultades económicas, pero otros porque no pueden lidiar con las gestiones que se requieren. Y después, viendo los eventos climáticos extremos como granizos y heladas, facilitar el acceso al crédito para mitigarlos, con montos y plazos acordes. Estos eventos son salvables no solo para el productor, sino también para los Estados provinciales y nacionales. El chacarero asegura su subsistencia y los gobiernos las fuentes de trabajo que estos representan.
Por otro lado, también hay que trabajar el tema de la aplicación de agroquímicos en el radio de las ciudades. Tenemos que dar una buena discusión en ese sentido. Porque a nivel país hay leyes dando vuelta que limitan la actividad y, en el Alto Valle, eso sería muy complejo. Hay que dar seguridad a las personas y al mismo tiempo trabajar en el ordenamiento territorial. Porque hay un gran avance de las ciudades sobre las tierras productivas.