Los viñateros piden intervención del gobierno para garantizar un precio justo por sus uvas

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En Mendoza y San Juan los viñateros presionan para lograr un mejor precio por sus uvas esta temporada. A través de un petitorio, las principales entidades del sector solicitaron la intervención de los gobiernos provinciales o del gobierno nacional en las negociaciones entre productores y bodegueros, para acordar un precio que les permita cubrir los costos.

“Tomamos de referencia un estudio que ha hecho INTA, y en función de esos costos, hemos evaluado que el precio es de 40 pesos para uvas criollas, 50 pesos uvas blancas y entre 70 y 80 pesos para uvas tintas, según variedad. Hemos llegado a ese valor en conjunto con las entidades sanjuaninas, ya que ellos comienzan antes la cosecha y es allí donde se empieza a formar el precio”, dijo a InterNos Gabriela Lezana, de la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza (APROEM).

El petitorio fue firmado por APROEM pero también por la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan, la Asociación de Viñateros Independientes de San Juan y la Mesa Vitícola de San Juan.

Las entidades productivas argumentan que la mano de obra escasea y como consecuencia sufre un incremento del 60%, aproximadamente. Por otro lado, los insumos (fertilizantes, fungicidas e insecticidas, siempre dolarizados) aumentaron entre 80% y 300%.

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Días atrás, el presidente de la Federación de Viñateros de San Juan manifestaba su malestar contra el sector industrial, al que acusaba de utilizar a los productores como variable de ajuste.

“Los industriales nos dicen que no nos pueden pagar más porque aumentaron los corchos, las etiquetas y las botellas, y nosotros les decimos que a nosotros también nos toca la inflación y el desequilibrio del dólar. A todos les pueden pagar los aumentos menos a nosotros, no es así”, decía a InterNos Eduardo Garcés.

Según el informe IPOD de CAME Economías Regionales publicado en febrero, la brecha entre lo que pagó el consumidor y lo que recibió el productor fue de 7,2 veces el valor del producto. “Lo que se le paga en finca es muy bajo comparado con el precio en góndola. La participación del productor en el precio final es mínima y repercute en el sistema productivo, pero también en el consumidor”, dice Gabriela Lezana. 

En una actividad marcada por lo perecedero del producto, los viñateros exigen que se acaben las “situaciones dominantes” en la negociación por la uva. “Al ser un producto que se echa a perder, el productor tiene apuro de entregarlo y muchas veces lo hace sin precio y sin forma de pago, lo que lo deja sumamente expuesto a situaciones de abuso”, agrega la dirigente.

A corto plazo los productores buscan conseguir un precio justo por sus uvas, pero a largo plazo el objetivo es discutir ciertas nociones estructurales de la política vitivinícola como la “falta de representatividad del sector productivo en las instituciones existentes”.

A principios de esta semana el titular de la cartera de Agroindustria, Julián Domínguez, visitó San Juan para la presentación del Proviar 2, un programa que contará con financiamiento del BID para “promover la sostenibilidad ambiental, social y productiva del sector vitivinícola”. Allí, junto al gobernador Sergio Uñac, mantuvo un encuentro con los productores para disctutir tanto los precios como las distorsiones de la cadena.

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Gabriela Lezana mostró su conformidad por este encuentro. Anteriormente se han hecho mesas de debate con todos los actores de la cadena vitivinícola, pero en este caso la exclusiva representación del sector productivo nos permitió plantear específicamente nuestras demandas”, según dijo Lezana. 

Por el momento se está cosechando en San Juan las uvas tempranas. Entre febrero y marzo se levantará el grueso de la cosecha y en ese lapso deberán estar definidos los valores de la uva. Las negociaciones se mantendrán algunos días más. Habrá que esperar para ver cómo se desarrollan y si finalmente el Estado, tanto a nivel provincial como nacional, decide intervenir entre productores y bodegas.