Política Sectorial
Empresa estatal de alimentos, una realidad en Villa Ciudad Parque
*Nota elaborada y publicada originalmente en La tinta
Un Estado presente que produzca, regule y acompañe las economías regionales es posible. En Villa Ciudad Parque, no solo es posible, es real. Este municipio es noticia y ejemplo por muchas acciones en los últimos años, y desde La tinta hablamos con su jefe comunal para conocer cómo funciona el polo productivo.
A mediados de febrero, fue noticia el proyecto de ley que propone la empresa estatal de alimentos, impulsado por Martín Doñate, senador por la provincia de Río Negro. Se trata de una normativa para crear “Alimentos Argentinos”, una sociedad anónima con participación mayoritaria del Estado (SAPEM), que entiende a la alimentación como derecho básico y postula una alternativa desde el Estado ante la gran preocupación por el aumento de precios de los alimentos. El proyecto plantea un control del 51% en manos del Estado nacional, un 2% para cada una de las 23 provincias y un aporte de capital inicial de $900 millones.
En el artículo 1, se dice que la empresa “tendrá por objeto realizar, por cuenta propia o a través de la asociación estratégica con terceros, la producción, fabricación, fraccionamiento, distribución, comercialización e industrialización de productos alimenticios en la República Argentina”, dando prioridad a los alimentos que componen la canasta básica alimentaria y propiciando vínculos comerciales estratégicos con pequeños y medianos productores de las economías regionales.
En definitiva, la propuesta es la creación de un instrumento en el que el Estado sea un actor más en el mercado, para que el acceso de los sectores medios y bajos a los alimentos quede garantizado.
Antecedentes en la región, Bolivia a la cabeza
Existe, desde 2007, en Bolivia, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), como respuesta a la inflación que en ese año fue de 11,7 por ciento, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que las estadísticas extraoficiales la ubicaban por encima del 20 por ciento. El Estado se aseguraba el abastecimiento de productos de la canasta básica y la estabilización de los precios. Pasada la inflación, la empresa pública se fue consolidando en su rol de potenciar el trabajo de pequeños productores de carne, azúcar y cereales, proveerles insumos y bienes, organizarlos a escala, comprarles a un precio justo, facilitar la distribución y comercialización. Logrando que pequeños productores se hagan fuertes y dejen de depender de los grandes. EMAPA comenzó a intervenir en los diferentes eslabones de las principales cadenas de producción primaria de Bolivia.
En Villa Ciudad Parque, a pocos kilómetros de Córdoba capital, un Estado apoyando la producción local, garantizando precio y comercialización justos, es, además de un proyecto o un ideal, una realidad: promoción de la economía regional, producción agroecológica y local de hortalizas desde el polo productivo agroecológico, con vecinxs trabajadorxs que producen y comercializan.
“La empresa estatal comienza a partir de una cuestión directamente ideológica de nuestra gestión, como política pública de gobierno, la producción de alimentos, debido a la crisis alimentaria que hay en la región y en el país. Me parece que el Estado tiene que no solamente garantizar alimentos sanos, sino también tener su propia forma de regular los precios”, cuenta en comunicación con La tinta el jefe comunal de la localidad, Pablo Riveros, y dice que se producen fundamentalmente hortalizas, pero también tierra, lombricompuesto, plantines de verduras, de nativas y ornamentales.
“Podés acercarte un sábado por la mañana al polo con compost de tu casa y te volvés con una bolsa de lombricompuesto y tierra fértil para jardinería y huerta. También vas a conseguir verduras agroecológicas de estación a buenos precios”, dice Riveros.
El jefe comunal explica que hacen un doble uso de lo que se genera en el polo productivo. Una parte de lo que se cosecha va para el PAICor, es decir que llegan a los comedores de las escuelas verduras libres de agrotóxicos y cosechadas de una manera amable con el medioambiente y con quien las produce; otra parte se comercializa de forma directa los sábados. “Este esquema funciona desde la comuna, o sea que hoy sería una empresa comunal de alimentos y estamos tratando de cooperativizarlo”, afirma.
El predio donde funciona es un territorio conquistado: “Un espacio donde ganamos la lucha, hace muchos años atrás como organización, como vecinos, contra las fumigaciones con agrotóxicos en la soja. Hoy, a ese lugar lo transformamos en un polo productivo agroecológico”, cuenta Riveros y agrega: “Arrancamos desde el primer día de gobierno pensando esto porque ya lo veníamos trabajando desde la campaña y como organización. Nos parecía importante y al toque se gestionaron los recursos y a trabajar. Hemos reconvertido el territorio: de ser un lugar fumigado a un polo agroecológico de producción de alimentos del Estado”.
Desde la comuna, explican a La tinta que el polo productivo nace a partir de una decisión política con el apoyo de un programa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que se llama “Sembrar soberanía”, a través del cual gestionaron un subsidio que posibilitó un novedoso planteo de riego computarizado a través de energía solar.
El programa Sembrar Soberanía Alimentaria es una herramienta de financiamiento, que busca fortalecer procesos de organización y gestión de unidades productivas vinculadas al sector alimenticio. También se propone consolidar el entramado territorial de lxs productores generando redes de producción, elaboración y distribución de alimentos para abastecimiento local y regional.
“El camino hasta lograr una producción agroecológica fue una decisión política de cuando como organización trabajamos el territorio, la organización sigue existiendo y tiene más fuerza que nunca, pero hoy nos toca estar de este lado del Estado y generar políticas públicas de abastecimiento de alimentos. Así que dentro de las limitaciones que tenemos para producir en términos de espacio, recurso hídrico y capacidad productiva, en términos de mano de obra nos está yendo muy bien”, afirma Pablo Riveros.
Un gobierno presente y que genera políticas públicas para el ejercicio de la soberanía alimentaria como derecho y capacidad del pueblo de definir qué se produce, cómo se produce, para quiénes y cómo se comercializa, otorgando precios justos para todxs e igualdad en el acceso a los alimentos sanos y de calidad, libres de aditivos y procesos poco amigables con la tierra y con nosotrxs. Así es el Estado que queremos.
Podés visitar el polo productivo agroecológico de Villa Ciudad Parque todos los sábados de 9 a 12 h y llevarte verduras agroecológicas de estación, plantas y otros productos locales a precio súper accesible.