Comercialización
Senasa y una ¿simplificación? en los procesos de exportación de cebolla fresca
|Argentina|
Con el objetivo de simplificar la exportación de cebolla fresca, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca ofrecerá desde ahora la posibilidad de que Senasa certifique la calidad y sanidad del producto no sólo en origen sino también en “puntos de salida”, es decir, antes de traspasar los límites nacionales.
Actualmente, la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (FUNBAPA) es quien se encarga de controlar el estado fitosanitario de la cebolla en zona de origen a través del Programa de Certificación en Origen de Cebollas Frescas. A partir de la Resolución 35/2019, los productores y exportadores podrán, si así lo desean, “saltarse” este control y realizarlo directamente en frontera (siempre incorporando, claro, el DTV-E para tránsito federal).
La medida busca “desburocratizar” los controles para que productores y exportadores “ahorren tiempos y costos”, según afirman desde la entidad sanitaria. Sin embargo, en la zona cebollera de Hilario Ascasubi, en provincia de Buenos Aires, existen voces encontradas respecto a la aplicación de esta nueva normativa.
En principio, algunos productores desconocen si Senasa podrá efectivamente contar con la estructura y los recursos humanos suficientes para controlar la mercadería en, por ejemplo, la frontera de Brasil. Como la oferta de cebolla es fuertemente estacional, una gran concentración de camiones podría dificultar la tarea: por un lado, porque la volvería más lenta, por otro, porque podría perjudicar la rigurosidad de las fiscalizaciones.
Otro de los puntos a considerar serían las posibles pérdidas de trabajo en los galpones de empaque de la localidad bonaerense ante la chance de que los camiones se dirijan directamente desde el campo al punto de frontera para hacer la certificación.
Lo cierto es que, antes de ser comercializada, la mercadería se clasifica en calidades para mercado interno y exportación. Es decir que mucha de la cebolla que vaya a punto de frontera desde el campo (sin ser certificada por FUNBAPA previamente en origen) puede perderse. Si un camión sale con destino de exportación y en el camino debe descartar un 30% de su cebolla por no tener la calidad necesaria, se produce lo que comúnmente se denomina “flete muerto”: una carga que representa un costo no aprovechado.
Algunos aseguran que los controles con FUNBAPA son caros y burocráticos, por lo que es necesario simplificar los trámites y avanzar hacia sistemas más fluidos. Mientras, otros afirman que el control local de la calidad es necesario, casi innegociable, para cuidar el prestigio de los mercados. Por lo pronto, la resolución está aprobada y entrará en vigencia, si nada ocurre mientras tanto, la próxima campaña.