Comercialización
Expectativas por una nueva temporada de cerezas
|Argentina|
La temporada de cereza comienza a abrirse paso en nuestro país. Revista InterNos consultó a productores de Santa Cruz, Chubut y Río Negro para conocer sus expectativas de cara a una nueva cosecha que vendrá acompañada del cambio de gestión a nivel nacional.
Para Adolfo Storni, presidente de Extraberries S.A y productor en la zona de Chimpay, Río Negro, a nivel comercial habrá buenos niveles de demanda con Estados Unidos y el recién abierto mercado chino concentrando gran parte de las exportaciones. “Todos los ojos están puestos en China, tanto por la cantidad de importadores que están buscando fruta como por el precio que están dispuestos a pagar. Sin duda que podría ser el principal destino de las exportaciones argentinas de cerezas”, expresó Storni.
Por otro lado, vale mencionar que este año también comenzarían los envíos a Tailandia, aunque el elevado arancel para el ingreso de la fruta (alcanza un 40%) posiblemente hará que el mismo no prospere más allá de algunas pruebas iniciáticas. Desde el aspecto productivo, Storni considera que el crecimiento a nivel país será modesto, aunque las buenas noticias llegarían por el lado de mayores calibres que permitirían mejores precios.
En la tradicional localidad productora de cereza de Los Antiguos, Santa Cruz, el gerente comercial de la Cooperativa El Oasis, Federico Guerendiain, estima que desde lo productivo la temporada no sufrirá inconvenientes. Las heladas fueron leves y esperan que haya igual o mayor cantidad de fruta disponible que el año pasado. “Los Antiguos ha mejorado mucho en el último tiempo, se han tecnificado las plantaciones y hoy casi todo el mundo tiene riego por goteo”, cuenta quien en marzo de 2019 protagonizó el primer envío de cerezas hacia China.
Según cuenta el productor, en Los Antiguos existe gran optimismo por el cultivo de cereza, aunque la principal barrera para su expansión es la falta de plantas disponibles en los viveros. “Senasa está evaluando la posibilidad de agilizar los trámites para importar plantas de cerezas terminadas o porta injertos libre de virus desde Chile, que sería una buena solución momentánea”, comentó Guerendiain.
Tampoco hubo sobresaltos productivos en la región del Valle Inferior del Río Chubut (VIRCH). Alejandro Borboroglu, productor de Valle Encantado, comentó a InterNos que el actual estado de las plantaciones “es excelente” y tendrá su correlato, si no hay sorpresas desde lo climático, en buenos rendimientos por hectárea. Borboroglu considera que, en general, “hay un gran interés del productor en mejorar los montes e innovar en cuanto a variedades de plantas” y eso es fundamental para el posicionamiento de la región.
El panorama no es tan optimista en la provincia de Mendoza. Según un informe del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), este año la cosecha alcanzaría las 2245 toneladas, lo que representaría un 4% menos que la temporada anterior. Esta disminución se explica por la reducción de superficie (importante nivel de erradicación de monte en los últimos diez años), sumados a los efectos que las heladas primaverales han tenido sobre la etapa de floración esta campaña.
Le consultamos a los productores qué políticas esperan por parte de la nueva gestión nacional a cargo de Alberto Fernández a partir del 10 de diciembre. Muchas de las demandas son las mismas que durante la presidencia de Mauricio Macri: eliminación de retenciones, aumento de los reembolsos por exportación y mejores condiciones de acceso al crédito.
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“También sería deseable una legislación adecuada para las economías regionales en todo lo que hace al marco laboral, los costos logísticos, la eliminación de impuestos distorsivos, la desgravación de inversiones, el regreso del crédito, la estabilidad de las reglas de juego”, agregó Storni en este sentido.
Por su parte, Borboroglu espera que el mandato de Fernández a nivel nacional brinde a la actividad el “pequeño impulso” que no tuvo durante estos años. Pero además, se mostró especialmente crítico con el gobierno de Chubut, al cual consideró ausente en la promoción del cultivo a diferencia de otras provincias patagónicas como Río Negro y Neuquén. Por ejemplo, señaló la falta de créditos blandos a tasas subsidiadas y con períodos de gracia accesibles para financiar la compra de mallas antigranizo, algo que sucede desde hace algunos años en el Valle.
Actualmente en nuestro país se producen un total de 6500 toneladas de cerezas, en unas 3000 hectáreas repartidas entre Mendoza, Neuquén, Chubut, Río Negro y una pequeña parte entre San Luis y Buenos Aires. Aunque creciente, la producción de cerezas nacional es ínfima en relación a las 40.000 hectáreas que produce Chile, que además dispone de mejores acuerdos comerciales a nivel mundial.
La demanda de cereza podría multiplicar varias veces la producción y exportación argentina, ya que nuestro país dispone de las condiciones básicas para la inversión: tierra, agua, clima, mano de obra y cultura frutícola. Por ahora, los actores de la cadena esperan la llegada de créditos, reducción de impuestos y estabilidad macroeconómica para que el sector termine de demostrar todo su potencial.