Comercialización
La falta de financiamiento genera incertidumbre en el sector exportador de peras y manzanas
|Alto Valle|
Marcelo Loyarte, gerente general de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), dijo a InterNos que la actual temporada de peras y manzanas encuentra a las empresas con dificultades para financiarse. “Desde septiembre del año pasado, por factores de la macroeconomía, los bancos dejaron de renovar las líneas de prefinanciación para exportaciones”, explicó a este medio.
Tradicionalmente las empresas exportadoras recurren al sistema bancario para obtener líneas de financiación como fuente para hacer frente a la mayoría de los egresos de la temporada: insumos, cosecha, sueldos en empaque y transporte. “Los meses de febrero y marzo son los de mayor demanda de recursos. Por eso le estamos pidiendo al gobierno y al sector financiero que reactiven las condiciones de financiamiento. Será una temporada compleja”, refirió Loyarte sobre este punto.
No obstante, el gerente de CAFI aclara que “no sólo hay recorte de prefinanciación para exportaciones” sino también para los proveedores de packaging o fletes, por ejemplo. Eso produce que la cadena se estanque y no pueda desarrollar todo el potencial de su actividad o que se dilaten los tiempos, aun cuando la naturaleza no entienda de sistemas crediticios y la maduración de la fruta avance con el correr de los días.
En la convocante reunión que el ministro Basterra sostuvo días atrás con el sector frutihortícola, Loyarte también planteó la posibilidad de prorrogar, una vez más, de la Ley de Emergencia para las peras y manzanas (que aplaza deudas fiscales por parte de productores y empresas exportadoras) para darle ciertas "certezas a futuro" a la actividad, muy endeudada en los últimos años. "Creo que es algo que puede hacer el Ejecutivo para aliviar la situación actual", reflexionó.
Según informó el diario Río Negro, actualmente las entidades bancarias están ofreciendo créditos en dólares con tasas de hasta el 16% anual, mientras que las entidades financieras lo hacen a través de un mix de préstamos en dólares y en pesos, estos últimos a una tasa en torno del 55% anual, lo que vuelve su acceso prácticamente imposible.