Comercialización
Se confirmó el primer caso de COVID-19 en el Mercado de Abasto de Córdoba
|Córdoba|
El Mercado de Abasto de la ciudad de Córdoba es un ente público al que ingresan alrededor de 5.000 personas por día, entre compradores y trabajadores. Frente a la pandemia, este mercado -como muchos otros a nivel país- continuó con las ventas para el abastecimiento de frutas y verduras a la población. Los mercados cumplen un rol esencial en estos momentos y deben permanecer abiertos para garantizar el abastecimiento.
El pasado lunes 6 de abril se confirmó el primer caso positivo de COVID-19 dentro de la institución por lo que se reforzarán los controles. Pero, ¿qué medidas tomó la entidad desde el comienzo de la cuarentena a esta parte?
Desde la dirigencia de la cooperativa Mercoop se optó en una primera instancia por ampliar el horario de atención a los fines de segmentar el ingreso de los verduleros en diferentes horarios para evitar el aglomeramiento. No obstante, se ha hecho difícil regular a los compradores para que cumplan con las pautas de ingreso. En los primeros días de aislamiento los verduleros se agolparon en el mercado a comprar para abastecer, a su vez, a una población que acudió a los negocios a “stockearse” de alimentos como no lo hace en otros momentos del año.
La dirigencia de la Mercoop y la Asociación de Productores Hortícolas de Córdoba activaron tareas de desinfección constante en los galpones y las naves de venta, así como en las calles internas a los fines de garantizar el cuidado de todos. Se han entregado desde entonces 3500 barbijos para el cuidado de los trabajadores en todo el mercado desde el jueves 19 de marzo a la fecha.
Sin embargo, el pasado lunes 6 se confirmó lo que era previsible: un primer caso positivo de COVID-19 por transferencia comunitaria. Se trata de un trabajador informal. Un embalador. El joven detectó los síntomas el domingo en el mercado y esa misma noche se realizó los estudios. Inmediatamente el joven fue aislado junto a sus familiares, a los cuales se les realizará un seguimiento para conocer si en los próximos días presentan síntomas.
En lo que respecta a la operatoria del Mercado, desde Mercoop comunicaron que cinco trabajadores fueron aislados por haber compartido el espacio de trabajo con el joven infectado, mientras que otros tres, también embaladores, fueron retirados el día martes ya que existe la posibilidad de que hayan mantenido contacto.
La situación al momento es estable, aunque cabe recordar que el Coronavirus puede transmitirse con facilidad durante su proceso de incubación, es decir, cuando un individuo ya infectado se encuentra asintomático. Por eso en el día de la fecha se indicó al puesto empleador que frene su actividad y que todos sus trabajadores entren en cuarentena obligatoria.
Para conocer en detalle la situación, InterNos se comunicó con Andrés Zeitunlia, médico encargado del Centro de Salud que funciona dentro de las instalaciones del Mercado de Abasto, y dependiente de la Dirección de Atención Primaria de la Salud, dentro de la Municipalidad de Córdoba. Zeitunlia confirmó que el joven con COVID-19 no presentó mayores complicaciones y su caso se resolverá de manera ambulatoria, como el 80% de los casos de esta enfermedad, sobre todo cuando los mismos no afectan a grupos de riesgo.
A su vez, el médico informó a este medio que el Ministerio de Salud de la Provincia ya contactó a las personas con las que el infectado tuvo contacto durante los últimos días, para evitar la transferencia comunitaria. En el día de mañana, directivos de la Asociación de Productores y la cooperativa del mercado se reunirán junto a autoridades del área de Epidemiología de la Provincia para definir los pasos a seguir ante la aparición de este “caso cero”.
Mientras tanto, Mercoop solicitó a los operadores profundizar las medidas de higiene. Sugirió incorporar el uso de barbijos y, por supuesto, evitar el contacto directo y mantener las distancias mínimas entre personas. Además, ante la situación ante descrita las autoridades comenzaron a tomar la temperatura en el acceso al Mercado, para evitar que ingresen personas con estado febril.
Las medidas de higiene y seguridad en los mercados son imprescindibles. No sólo por el lugar que ocupan dentro de la comercialización de alimentos esenciales, sino también porque es un espacio en donde casi el 60% de los trabajadores (si no más) no cuentan con ningún tipo de registración o cobertura.
Si la situación se agudiza, lo más perjudicados en serán los trabajadores informales que no tienen la opción de tomarse licencia ni guardarse en su casa. Muchos de ellos, embaladores y changarines, son población de riesgo.
¿Qué dicen los operadores y trabajadores del abasto?
Muchos acompañan las medidas que la dirigencia fue tomando sin embargo sienten que no han sido las suficientes. Por otro lado, sienten que debe existir mayor presencia por parte de la gestión municipal para controlar a una inmensa masa de trabajadores y compradores que parece –en algunos casos- no tomar conciencia ante la problemática. Algunos puesteros y productores, sobre todos los más chicos, que son llevados adelantes por familias, han decidido cerrar directamente por falta de personal y miedo ante el avance de la pandemia.
"Acá los funcionarios, la misma subdirectora no ha venido más al mercado, no les importa a las autoridades lo que acá pase", dice furioso un operador. Revista InterNos se comunicó con la subdirectora municipal, pero la funcionaria se negó a dar alguna declaración sobre el caso.
La nueva gestión municipal conducida por Llaryora lleva escasos tres meses en el poder. Sin embargo, preocupa el escaso accionar registrado en torno al contexto de la pandemia y el rol del mercado concentrador. Por caso, los empleados municipales que cumplen funciones dentro del mercado comenzaron la cuarentena desde el día uno y no se presentaron más por la central de abasto. Esto dejó al mercado sin el debido control público que amerita la emergencia. Las autoridades de la cooperativa no tienen el poder de contralor – que si tiene el Estado- para poder hacer los debidos controles sobre la población que circula en el mercado.
Este abandono del Estado local no solo se ha visto en materia de control e higiene. Mientras que en muchas provincias argentinas los mercados acordaron con las autoridades un compromiso social de abastecimiento publicando e informando semanalmente los precios mayoristas para evitar los abusos a los consumidores (Santa Fe, Buenos Aires, Rosario, Neuquén, Santiago del Estero, Salta y Chubut son algunos ejemplos) Córdoba brilló por su ausencia siendo la segunda ciudad del país, referencia para muchos mercados del centro y norte argentino. Ante esto las autoridades municipales dijeron que no estaba dentro de sus funciones el control ni la información de los precios mayoristas.
Operadores, trabajadores y verduleros que asisten al Mercado exigen mejores condiciones para cumplimentar con las tareas de abastecimiento, mientras que los consumidores esperan respuestas para que, en un contexto tan difícil, los precios se mantengan razonables.
En estos días en donde el rol del Estado se vislumbra fundamental, el mercado parece ser la cara opuesta y los resultados empiezan a hacerse ver.