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Edición 24

“Me gusta dedicarle tiempo al crecimiento del mercado, del sector”

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Osvaldo Delfor Berra
Protesorero Fenaomfra
Fecha de nacimiento: 02 /01/ 1957

Osvaldo Berra siempre vendió lo que produjo. Desde los 11 años que anda entre los puestos de los mercados de abasto durmiendo de parado para ir a vender su producción a un mercado que abría de madrugada. Hoy tiene su propio puesto desde hace casi treinta años en el Mercado de Abasto de Córdoba. Oriundo de Santa Fe, apenas pasados sus 21 años se trasladó a Córdoba sin más que sus ganas de trabajar y progresar en esta vida. Es padre de tres y abuelo de seis. En el puesto, lo acompaña su único hijo (tiene dos hijas más) con quien comparte todas las decisiones de la empresa y en quien descansa para poder llevar adelante la vida como dirigente de Mercoop y Fenaomfra. Hoy, a sus 58 años, sigue sin imaginarse fuera de la vida del mercado y hace un tiempo se involucró en la dirigencia pensando en el desarrollo de este sector que a él tanto lo apasiona desde niño y del cual no puede desprenderse ni un minuto.

¿Cómo está compuesta su familia?

Tengo tres hijos, la mayor es una nena Vanesa de 35 años, después un varón Gabriel de 33 y después otra nena Fátima de 29. El varón trabaja conmigo. La más grande es profesora en Ciencias Económicas y la más chica es bioquímica.

¿Cómo fueron sus comienzos en Córdoba?

Me vine a los 21 años. Llegué con una mano atrás y una mano adelante. Llegué solo a trabajar como peón en una quinta en Villa Retiro. Después de unos años, les compré la parte de la herencia a los hermanos de mi señora y así comenzamos. Después pude comprar la del vecino y así producíamos y veníamos a vender a la Playa de Quinteros. Primero alquilé un puesto y después se me dio la posibilidad de adquirir este puesto. Mi hijo gracias a Dios sigue conmigo. Si no fuera por el, ya no tendría más el puesto. Hoy el puesto es 60% mío y 40% de él. Yo le cedí una parte porque él también tiene que forjar su futuro.
Pero ya venía de una familia
de productores…
Ayudaba a mis padres en la quinta  y me iba a la madrugada al Mercado porque yo vivía en Coronda en la zona rural. A los 11 años comencé a ir al Mercado. Había un verdulero que me llevaba la mercadería al Mercado, a las 3 de la mañana y yo lo esperaba cerca de mi casa sobre la ruta para irnos al Mercado. A las 2 de la mañana dormía colgadito de una reja de un boliche que había y lo esperaba.

¿Hace cuánto que tiene el puesto en el Mercado de Abasto de Córdoba?

En este mercado hace 28 años que tengo el puesto. Desde que esta el Mercado y antes estaba en el mercado viejo. Yo primero acá iba a la playa de quinteros. A los cinco, seis años compré un puesto y de ahí ya me arraigué acá y no me puedo ir (risas).
Y en su tiempo libre, ¿qué hace?
No tenemos. Yo me levanto, me vengo al mercado y del mercado me voy a mi casa. Es muy raro, para ir al médico por ahí me tomo algún día libre. Una rutina demoledora.

¿Por qué decidió comenzar con la dirigencia?

Porque me gusta relacionarme. Me gusta dedicarle tiempo al crecimiento del mercado, del sector. Yo creo que si no hubiera gente como yo que le dedica parte de su tiempo a esto, no exisitiría nada. Yo tengo hoy la posibilidad de que si me tengo que retirar me retiro, le digo a mi hijo mirá me voy a una reunión y listo. Hay otros puesteros que no pueden, que se les hace complicado dejar del puesto.
Hubo un señor hace mucho años que trabajaba en el puesto de José Javier que me dijo “¿Vos querés tener un puesto interesante en la Comisión” que se yo, le dije, a mi me interesa estar. “Bueno, si te interesa estar, tenés que estar. Tenés que ir a las reuniones. Siempre tenés que ser positivo, apoyá a quien estés de acuerdo”. Y eso hice. Yo siempre estoy.

¿Cuándo se integró a Fenaomfra?

Hace como cinco años, que comencé a relacionarme. Comencé acompañando a Juan Perlo y a mi me interesó porque me interesa que el sector crezca y me interesa relacionarme con gente diferente. Porque el Mercado es un mundo aparte. Nos relacionamos a diario con la misma gente. Por eso me interesa relacionarme con otra gente, a pesar de mi corta cultura pero lo que en realidad hace falta es el entusiasmo.

¿Cuáles considera que han sido los mayores logros de la Federación en esto años?

Muchos logros. Acá a nivel Córdoba, lo interesante es que lo tenemos a Juan Perlo y siempre es interesante porque mueve cielo y tierra, se preocupa, le interesa, siempre es bueno apoyar una persona así, que es lo que hago yo apoyarlo porque considero que está bien lo que está haciendo.
Mantenerse agrupada 27, 28 años es un logro. Una Federación donde no tenemos rentabilidad, ni subsidio. Por ahí hacemos viajes a otras provincias por méritos propios, vamos en mi auto porque es a gas. Eso es importantísimo, mantener unido al sector. Tratar de defender al sector.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del sector?

La fortaleza es que producimos alimentos. La debilidad es la flaqueza del gobierno, porque lamentablemente no tenemos ningún apoyo, incluso hasta nos castiga con el IVA porque el IVA sería un impuesto que no debería estar en el sector porque por ejemplo, en el mercado de Córdoba se tiran 60 o 70 toneladas diarias de mercadería (por lo que estamos pensando en un biodigestor) por esas toneladas que tiramos también estamos pagando IVA. Este sector tendría que ser exento. Porque para empezar, no tendría que ser esto un negocio para el gobierno porque básicamente es alimentación y es lo más perecedero

¿El trabajo lo define?

Si, sin dudas.

¿Qué se considera productor u operador?

Las dos cosas, a lo mejor siendo las dos cosas uno es más sensible al momento de comprar. Yo soy mejor pagador que un operador que no es productor. Porque ser productor es algo que se lleva en el alma y no te olvidás nunca lo que te cuesta producir, de las contras que tiene producir, que el gobierno no te da nada, que puede caer una helada tardía y te lleva toda la cosecha, cuando estás en plena cosecha te cae una manga de piedras y te lleva todo. El que es productor lo sabe, porque lo ha pasado y nadie te ayuda. Entonces tiene el corazón más blando al momento de comprar porque acá mismo, yo como operador estoy vendiendo y tengo verduleros que vienen a comprar que nos tratan mal porque aumenta una mercadería pero no saben por qué aumenta, no está cultivada la gente para saber el porqué.

Si no trabajara de esto, ¿alguna vez pensó qué haría?

No, nunca se me ocurrió pensar que hubiera hecho. Siempre fui un apasionado de esto. Yo creo que un operador del Mercado, es muy difícil que cambie de rubro. Yo me siento bien como productor y como comerciante porque siempre lo que yo produje lo vendí yo, nunca dependí de nadie para vender lo que producía, me parece que otra cosa no hubiera hecho. Si no fuera una pasión, no hubiera durado tantos años. Yo hoy estoy jubilado por invalidez y esto es una pasión. Yo por ahí agarro la camioneta y me voy a Santa Fe a cargar frutillas. Y voy y vuelvo en 11 horas, no tengo necesidad pero prefiero ir yo antes que vaya otro. Y me encanta llegar al mercado momentos antes de la venta y que la gente sienta interés en lo que yo tengo, me da una satisfacción increíble. Sin importar, por ahí, lo que gane.

¿Nunca se cansó?

Hoy somos privilegiados en el Mercado por los horarios, un solo día a la madrugada, todo el resto de los días a la tarde, cuatro o cinco horas de venta… antes en el Mercado viejo yo dormía en la camioneta toda la noche para el otro día a las 6 de la mañana cuando abriera el mercado poder marcar el frente en la Playa de Quinteros, volverme a la quinta, terminar de hacer la carga y venirme a descargar.
Como los espacios eran reducidos, hacíamos la cola afuera en la camioneta y dormíamos en la camioneta para que cuando abría el mercado a la madrugada para empezar a descargar, nosotros teníamos 10 bultos y comprábamos el puesto  y poníamos esos 10 bultitos en el puesto ese para marcar el espacio y tener el puesto asegurado porque los puestos eran flotantes. Era por orden de llegada. ¿Sabés el sacrificio que era dormir todas las noches en la camioneta? Eso si que era sacrificio.
Por eso uno piensa que esto tiene que mejorar. Yo las pasé a todas con el mercado. Empecé durmiendo colgado de una reja a los 11 años. He dormido pilas de años en la camioneta y venir acá y darse cuenta de lo que tenemos hoy… yo considero que tenemos el mejor mercado del país.

¿Cuál es su idea de la fidelidad?

La fidelidad debe ser casi lo primario porque si no sos fiel con tu mujer, con tus hijos, no te vas a llevar bien. Si no sos fiel en el negocio con quien te vende la mercadería, tampoco funciona, no es para largo. Y si vos no sos fiel con tus clientes tampoco funciona, porque te va a bancar un tiempito y después se te va. La fidelidad debe estar ocupando un número uno, para hacer bien las cosas. Porque hay posibilidad de hacerlas bien a las cosas o de hacerlas mal. De qué te sirve ser multimillonario a costa de mucha gente que le fue mal, a la larga creo que no sirve. Para mi es lo principal.

¿Qué cosas que lo hacen reír?

Yo me caracterizo por hacer reír… me hace reír a mí, por eso lo hago. Eso me hace bien, me hace poner bien.

Su virtud más valorada…

Creo que ha sido la sinceridad. Me costó imponerla a la sinceridad porque estamos en un ambiente donde la gente se ve maltratada por la sinceridad porque el cliente está acostumbrado a que le mientan, a que le diga, llévate ese cajón que lo de abajo está igual que lo de arriba y es no es así… me costó mucho el tema de la sinceridad, pero lo logré. Con el paso de los años, se logra imponer la sinceridad. Yo siempre he sido sincero comprando y vendiendo. Siempre fui así, nunca se me ocurrió trabajar de otra forma y me enoja que haya gente que no me crea. Porque estamos en un ritmo de vida en el que el 50- 60% es mentira. Eso realmente fue un logro en la vida.

¿Considera que ha logrado transmitirle eso a su hijo?

Sí, mi hijo creo que es mejor que yo. Gabriel es increíble. A él le molesta que le vayan a cobrar porque él va a pagar. Tiene la suerte que puede ir a comprar a cualquier lugar del país y que nadie lo va a señalar diciéndole “tu viejo me quedó debiendo algo” y yo creo que eso es algo muy importante. Él se crió viéndome trabajar, yo nunca hice nada por mi cuenta, siempre hice todo consultándolo con mi mujer y con mi hijo. Y él se crió así, su negocio él lo consulta conmigo y yo con él.

¿Qué talento hubiera deseado tener?

No sé, la verdad no sé. Creo que para llegar donde llegué yo hay que tener talento. Creo. Porque yo fui un tipo que me crie muy pobre, me vine acá requeté pobre a trabajar de peón y un día ver el cartel Osvaldo Berra en el Mercado de Abasto de Córdoba fue algo increíble. Y bueno creo que tenés que aguantar muchas cosas para eso y creo que hay que tener un talento especial para hacer lo que hice yo. Porque primero tuve que subsistir, empecé a ir al mercado viejo con los cajones de mi suegro que decían Ivo Menota, y todavía acá hay gente que me dice Ivo… estoy hablando de hace 35 años y todavía tengo acá un changarín y un cliente que, el changarín me dice Ivo y el cliente Menota. ¡Imagínate cuando empecé! Todo el mundo me decía Ivo Menota, hasta tuve que cambiar de nombre y apellido (se ríe). ¡He pasado muchas!

¿Cuál es el defecto que más le molesta en Ud. y en los demás?

No se, debo tener un montón de defectos. El que más me molesta es la mentira, que me mientan me molesta. La gente debe saber cuáles son mis defectos (se rie). Por ahí soy muy conversador, pero eso se soluciona fácil, te levantás y te vas!

¿Tiene algún héroe o alguna persona que admire?

Mirá vos sabés que no… he tenido pero se me han desdibujado, por una u otra cosa. Incluso he tendió colegas que consideraba muy buenas personas y no han resultado buenas personas.

Un sueño por cumplir…

Si, poder dejar de venir al mercado (se ríe). ¡Es que no puedo! Hace unos días me fui a Santa Fe, me fui a pasear y fui tres veces al mercado de Santa Fe. Y fui con la doble, con la camioneta, y me vine cargado de pimientos.

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