Comercialización
Así fue el año de pandemia para los cítricos sudamericanos
|Internacional|
A pesar de la pandemia, el 2020 fue un buen año para los cítricos sudamericanos. Según un informe de la consultora Top Info elaborado por la agrónoma Betina Ernst, el COVID incrementó la demanda a nivel mundial, mientras que los precios pagados se mantuvieron “en niveles satisfactorios”. Esto se tradujo en récords de exportación para algunos países.
En Argentina la campaña arrancó con condiciones climáticas favorables durante el otoño, lo que favoreció la cosecha de limón en Tucumán, principal provincia productora. Sin embargo, semanas después la región NOA y NEA de nuestro país entro en una sequía prolongada e inusual, que favoreció el desarrollo de ciertas plagas como la Mancha Negra.
Así fue como en medio de la campaña los exportadores recibieron la noticia del cierre de fronteras hasta el 30 de abril de 2021, luego de que se detectara en puertos españoles cargamentos con fruta infectada. En ese contexto, el sector limonero suspendió los envíos a principio de julio (ya había sido exportado el 80% de los limones), dos meses antes de lo habitual. Por lo cual la campaña a Europa finalizó con un envío de 141.000 toneladas, en vez de las esperadas 150-160.000 toneladas previstas para esta campaña.
No obstante, parte de estos envíos pudieron redireccionarse a otros mercados menos exigentes (la Unión Europea tiene tolerancia cero a la presencia de Mancha Negra). Estados Unidos, por ejemplo, incrementó sus volúmenes de compra en su tercer año de importación de limón argentino y alcanzó las 34.000 toneladas. También se logró incrementar los embarques a Asia, con el simbólico envío de 1.000 toneladas a China en la primera campaña de exportación a este mercado.
Para los cítricos dulces, sin embargo, el contexto es más complejo. Se registró un achicamiento del sector y caída de la capacidad productiva. Se estima que la región del Litoral, principal productora de mandarinas y naranjas, tuvo una merma promedio del 40%.
La buena noticia fue que, a pesar de una baja cosecha, hubo un mercado interno muy activo. Los argentinos no fueron la excepción al fenómeno mundial e incrementaron su consumo de cítricos. La gran demanda causó buenos precios pagados, por lo que gran parte de la mercadería se destinó a los mercados concentradores del gran Buenos Aires y el interior.
La exportación de mandarinas se mantuvo relativamente baja. La de naranja inició con muy buenas expectativas ante la fuerte demanda en los mercados de exportación, pero el conflicto fitosanitario con los limones, también le cerró las puertas a los cítricos dulces por lo que debieron suspenderse los envíos de unas 20.000 toneladas a Europa. Gran parte de esa mercadería se destino a otros mercados, que pagaron menores precios que en la U.E. Otro porcentaje cubrió la demanda del mercado interno.
Chile
Históricamente en Chile los cítricos fueron frutas “secundarias” por ciertas restricciones agroclimáticas (falta calor y agua). Sin embargo, en los últimos años se encontraron variedades que se adaptan y desarrollan muy bien en este contexto. Esto, sumado a sus ventajas fitosanitarias y su política pro-exportación, hizo que en la última década el país andino triplique los envíos en este rubro: de aportar apenas el 5% de la exportación, actualmente lo hace en un 15%. La variedad de mandarina W. Murcott fue quien encabezó este incremento.
“En los últimos tres años se observa una estabilización de las exportaciones de limón, naranja y clementina; mientras que las W. Murcott continúan expandiéndose”, detalla el informe.
En cuanto a mercados, Estados Unidos absorbe entre el 90 y el 95% de los cítricos dulces chilenos. En el caso del limón los destinos están más diversificados: 50% va a Norteamérica mientras que 30-40% a Asia. Este año al exportador chileno también se le abrió el mercado de China: el más exitoso allí fue el limón, donde se enviaron 5600 toneladas.
Perú
Perú continúa desarrollando una política excepcional en fruticultura de exportación. De enviar volúmenes mínimos pasó a exportar en 2020 más de 270.000 toneladas, afirmándose entre los 5 principales exportadores citrícolas australes.
Su principal producto es la mandarina con un 75% del total exportado. Dentro de este grupo se destacan las variedades tardías (principalmente Nadorcott, Tango, Orri). También tiene una importante producción de Okitsu/Satsumas y en menor grado Clemenvillas, Clementinas y otras.
Este año las condiciones fueron favorables, por lo cual la exportación dio un nuevo salto luego de dos años de crecimiento moderado, alcanzando casi las 200.000 toneladas de mandarinas exportadas, un 40% más que en el 2019. Estados Unidos recibió el 60% de los envíos peruanos. Europa, que originalmente fue el principal destino, perdió su predominancia en la compra a este país: este año importó apenas el 24% del total. Rusia, Asia y algunos países de Latinoamérica también son destino de esta fruta.
Uruguay
Al igual que nuestro país, Uruguay sufrió crisis climáticas que generaron dificultades productivas. Esto llevó a un achicamiento de los rendimientos y, en consecuencia, de las exportaciones.
En cuanto a mercados, en las mandarinas se observa en los últimos años un fuerte vuelco hacia los envíos a los EEUU. En el 2020 recibió el 54% del total. En las naranjas sigue siendo Europa el principal comprador con un 65% del total.
Fuente: Top Info