Comercialización
Pronóstico preocupante para la vendimia 2021
|Argentina|
El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, dio a conocer los primeros datos sobre la vendimia 2021 en las provincias del norte.
En la zona conformada por las provincias de San Juan, La Rioja, Salta y Catamarca se estima una producción de 5,97 millones de quintales cosechados, un número similar a la cosecha 2020, que fue de 5,93 millones de quintales.
El número es preocupante porque ambas campañas están un 20% por debajo del promedio de los últimos 10 años. Según afirman desde el INV, la cosecha promedio entre el 2011 y 2020 se calcula en 7,59 millones de quintales. La del 2020 fue la más baja de la década, mientras que para 2021 la cosa no parece mejorar.
“Uno de los motivos de la caída de producción es la situación hídrica de la provincia de San Juan, en base al pronóstico de escurrimiento del Río San Juan, caracterizada por el Departamento de Hidrología de la Provincia como ‘muy seco’ y que implica la principal variable de la caída productiva”, señalan desde el instituto.
La superficie cultivada en estas cuatro provincias es de 59.200 hectáreas y representa un 27% de la vitivinicultura argentina.
Reclamo en puerta
En las últimas horas se conoció que productores viñateros de la Mesa Vitícola de San Juan buscan que esta temporada se actualice el precio de la uva a pagarse por las empresas elaboradoras de vino. Argumentan que mientras se ofrecen 12 pesos por kilo de uva, los costos de elaboración ascienden a 15 (según estimaciones de INTA), un número calculado sobre el valor de los insumos como agroquímicos, fertilizantes, gasoil (que sufrió tres aumentos en los últimos seis meses) y mano de obra, entre otras cosas.
El reclamo se justifica en que, a pesar de una caída en la oferta, los precios ofrecidos permanecen a la baja. Además, agregan que la fruta entregada durante los meses de enero y febrero se cobra a mediados de año, por lo que el dinero, en un contexto de alta inflación, se desvaloriza e impide al productor obtener rentabilidad por su trabajo. Por eso exigen mejores condiciones de pago.
INTA calculó además que, para que a los productores les cierre el negocio deberían cosechar aproximadamente unos 25.000 kilos por hectárea (podría cambiar según la variedad de uva). Sin embargo, en los costos calculados por el instituto no se incluye la electricidad que demanda el riego por bomba, imprescindible en una campaña seca como la actual. Esto, aseguran los productores, es un gasto extra que la industria no contempla a la hora de establecer el precio a pagar.
“Llegar a esos kilos es muy difícil y quienes lleguen lo harán usando electricidad para hacer andar las perforaciones para el riego”, explicó el productor Alberto Gallardo al medio Bichos de Campo. “Mantener activa una perforación con una bomba de 20 Kw, para regar aproximadamente 15 hectáreas, sale alrededor de 50.000 pesos por mes. Eso se vuelve cuesta arriba si se tiene en cuenta que en los últimos tres años las tarifas eléctricas han subido un 190%”, añadió.
Los productores cuestionan el modelo de negocio donde la concentración de las empresas elaboradoras (se estima que en San Juan unas cuatro empresas absorben el 70% de la oferta) les impide negociar un mejor precio por su materia prima, ya que de manera indirecta son quienes imponen el precio máximo al resto de las bodegas más pequeñas.
El pasado jueves 28 de enero los viñateros realizaron una manifestación pública frente a las principales empresas elaboradoras con el objetivo de visibilizar su reclamo. El conflicto es un calco de lo que sucede al inicio de cada temporada en otras actividades como peras y manzanas, duraznos o cítricos para industria, y da cuenta del desfasaje estructural que sufre la fruticultura en los distintos eslabones de la cadena productiva y comercial.