Connect with us

Comercialización

Exportadores y funcionarios buscan alternativas para ingresar las peras y las manzanas a Rusia

Published

on

|Argentina|

Una cuarta parte de las 35.000 toneladas de frutas que partieron desde el puerto rionegrino de San Antonio Este no pudieron llegar a destino. El bloqueo de los puertos rusos y la devaluación del rublo pusieron en peligro unos U$S 50 millones de fruta nacional.

Como resultado, las provincias productoras y exportadoras decidieron cancelar los nuevos envíos. Aún así, continúan buscando alternativas para que las peras y las manzanas que ya se mandaron a Rusia puedan ingresar al puerto de destino. 

Rusia es uno de los principales mercados frutícolas de Argentina: Senasa reportó que en 2021 el gigante euroasiático importó 72.289 toneladas de pera y 8.401 de manzanas. Sin embargo, las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos comprometieron la economía del país. Con un rublo devaluado, la caja de peras pasó de unos U$S 30 a solo U$S 17, valores insostenibles para los exportadores nacionales.

Carlos Banacloy, ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro, explicó a La Mañana de Cipoletti que no seguirán enviando mercadería "hasta que se vea la posibilidad de embarcar por algún puerto acorde y que se pueda llegar, aunque sea por tierra, con la pera a Rusia". Sin embargo, el primer embarque fallido trajo dificultades económicas para los productores, que suelen usar ese dinero para solventar el resto de la temporada.

En este escenario, desde InterNos nos comunicamos con Facundo Fernández, secretario de fruticultura de Río Negro, para conocer cómo avanza el conflicto y qué soluciones se están barajando.

"Vamos a evaluar qué parte de la fruta se puede redireccionar hacia otros mercados y como reorientar la oferta. Todos los alimentos que van a Rusia están en la misma situación. Pero los perecederos son más complicados, fletes refrigerados y ventanas comerciales limitadas", explicó.

Al mismo tiempo, comentó que hace unos días la cartera productiva provincial se reunió con Martias Lestani, secretario de Agricultura de la Nación, para encontrar soluciones conjuntas. "Fue muy receptivo y nos pidió información precisa sobre exportadores, importadores y volúmenes. También alguna propuesta de ayuda. Trabajaremos en eso esta semana", adelantó Fernández.

Mientras tanto, crece la preocupación en el ala empresarial de la fruticultura. Desde CAFI aseguraron a este medio: "Somos concientes de que estamos ante un panorama bélico complicado y todos los días el escenario puede cambiar. Ahora trabajamos para ver cómo redireccionamos la fruta que falta y cómo logramos que lo que ya se mandó entre a Rusia", manifestó Marcelo Loyarte, presidente de CAFI.

¿Cuáles son las opciones?

En primera instancia intentarán reorientar los embarques hacia Europa usando el puerto de Rotterdam. Pero la sobreoferta de mercadería que tiene el mercado europeo podría producir bajas en los precios de venta.

"De Rotterdam se está yendo a Turquía, Bremen y Hamburgo, pero son puertos que colapsan en breve. El tema es que si se logra que la fruta llegue a Rusia el resultado económico tampoco tiene buenas perspectivas ante un rublo tremendamente devaluado", manifestó Fernández.

Recordemos que los embarques de frutas salieron en febrero desde el puerto de San Antinio y a medida que pasa el tiempo la calidad de la fruta es menor, esto produce que su precio baje y termine siendo una pérdida para los productores argentinos.

A esto se le suma que el mercado interno no es una alternativa posible, ya que no logrará absorber el gran volúmen de fruta que no pueda ingresar a Rusia. Banacloy también se refirió a esto y no fue optimista. "La relocalización de la pera en el mercado doméstico es muy difícil, porque se saturaría, no tiene capacidad de consumo de pera", afirmó.

Hay otros mercados que consumen este fruto, como China, pero tienen protocolos sanitarios especiales que la pera nacional no cumple.

En cambio, en los últimos días Turquía empezó a mostrarse como una posibilidad para llegar al mercado ruso. Muchos embarques de Sudamérica y Sudáfrica fueron descargados en el puerto de Estambul. Turquía quedó exenta del veto económico y mantiene relaciones comerciales con Rusia, aunque el camino por tierra está congestionado y hay tiempos de espera de hasta tres días. Para los productores frutícolas argentinos, podría ser una solución temporal.

Advertisement

Lo más leído