El gobierno de Río Negro defendió el Libro Blanco: “Cuenta con apoyo mayoritario”

|Río Negro|

A través de un comunicado oficial, el gobierno de Río Negro defendió la implementación del Libro Blanco publicado días atrás. “Es fruto del consenso de casi el 60% de los integrantes del complejo frutícola” afirmaron.

La publicación en el Boletín Oficial de la implementación del Libro Blanco había generado tensiones por la recepción que el mismo tuviera en productores frutícolas del Valle: se le reprochaba no lograr la aprobación de la totalidad de los chacareros. Sin embargo, el gobierno de Alberto Weretilneck no quiso seguir esperando y decidió decretar su salida durante el pasado mes de diciembre.

El comunicado expresa que, durante su período de elaboración, esta reglamentación “logró 700 adherentes entre productores y empresas frutícolas, sumando 573 de Río Negro y 127 de Neuquén”.

Asimismo, el gobierno se mostró abierto a discutir modificaciones de los sectores que lo consideren necesarios. “Independientemente de esta medida, se aceptarán e incorporarán todos los cambios y aportes necesarios de los distintos sectores siempre que signifiquen modificaciones de fondo para solucionar la crisis estructural que afecta al sector”.

El clúster de manzana y pera de Río Negro superó los cinco años consecutivos de pérdidas económicas.

Lo que se busca es dar una solución “integral” a la crisis estructural que atraviesa el sector frutícola del Alto Valle para que la actividad vuelva a ser rentable. “Nadie está obligado a cambiar sus acciones ni su forma de trabajar, comercializar, etc. Quienes quieran adherir pueden hacerlo y quienes quieran seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, también lo pueden hacer, sobre todo aquellos quienes su proyecto productivo está sobre carriles normales o son exitosos”.

El gobierno de la provincia decidió poner en marcha el Libro Blanco “contando con el apoyo mayoritario del sector” y frente las dificultades de lograr el acompañamiento del resto del complejo frutícola, el cual mostró posturas claras por la negativa.

De 47.307 hectáreas en producción en 2011 se cayó a 37.260 en 2017. El rinde de producción cayó de 36,9 toneladas por hectárea a 28,7.

La decisión de poner en marcha esta reglamentación está dada por la necesidad de generar caminos alternativos. Según entienden las autoridades provinciales, el “acompañamiento financiero" sólo ha servido para cubrir algunas demandas coyunturales "mientras la producción va hacia un escenario de crisis total”.

Reunión y acuerdos

El pasado viernes el ministro de Agricultura de Río Negro, Alberto Diomedi, y el secretario de Fruticultura, Carlos Banacloy, recibieron a los representantes de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), el presidente Pablo Cervi y el gerente Marcelo Loyarte. En esta instancia se discutieron las condiciones del Libro Blanco y los productores presentaron un documento con observaciones y planteos.

Pablo Cervi contó a Revista InterNos:  “Nosotros le entregamos un documento con la visión que tiene la Cámara sobre algunos ejes que consideramos que deben trabajarse. No es una propuesta cerrada, sino temas que nos hacen ruido”.

En este sentido, Cervi entiende que son dos los puntos importantes que tienen que debatirse. “El Libro Blanco apunta a bajar costos. Nosotros señalamos que además se debe tener una estrategia de diferenciación de producto. Por orgánico, por calidad, por variedad. Aquellos que han logrado sobrevivir en la actividad son lo que han optado por un producto de diferenciación, ya que hoy el mercado lo requiere" afirma el presidente de CAFI.

Además, el dirigente reiteró su disconformidad frente a la necesidad de estar vinculado a una asociación de productores para ser beneficiario de los incentivos del Libro Blanco. "Hay productores que desde hace tiempo vienen atravesando crisis complicadas y entendemos que deberían estar contemplados” aseguró.

Sin embargo, Cervi ve con buenos ojos comenzar a discutir soluciones alternativas para el sector. “Creo que es importante comenzar a trabajar en conjunto. Hay que construir acuerdos sobre tres o cuatro puntos básicos” finalizó.