Comercialización
Ya se aplica el DTV-e en los mercados concentradores del país
|Argentina|
Tal como estaba pautado, el pasado 26 de diciembre comenzó a regir de manera obligatoria el Documento de Tránsito Vegetal Electrónico (DTV-e) para el movimiento de frutas y hortalizas de tránsito federal. Reemplazó al tradicional remito o guía de facturación de AFIP y al Documento de Tránsito Sanitario Vegetal de Senasa en un documento único, que se genera por autogestión de manera digital.
La llegada del DTV-e fue largamente discutida hacia dentro del sector frutihortícola. La Federación de Operadores de Mercados Frutihortícolas (Fenaomfra) presentó a los mencionados organismos nacionales una solicitud de prórroga para la aplicación del documento, aunque sin respuestas positivas. Una medida similar tomó el ministro de Producción de Neuquén, Facundo López Raggi, también sin éxito.
Por lo tanto, desde hace 20 días los productores y operadores mayoristas deben “abrir” y “cerrar” este documento cada vez que la mercadería enviada cruza las barreras provinciales. Así, cuando se producen controles en ruta, el documento permite garantizar la trazabilidad de los productos transportados.
“Aquí el DTV-e se está respetando a rajatabla. Sin el documento no se ingresa mercadería a la provincia, menos al mercado. La mayoría de los puestos están habilitados por Senasa para poder emitir DTV desde acá”, dice Marcos Danuzzo, presidente de la Asociación de Productores, Introductores y Mayoristas de Alimentos Perecederos (APIMAP) que actúa dentro la órbita del Mercado de Corrientes. El dirigente aseguró que la implementación del trámite “está sirviendo mucho comercialmente porque elimina la competencia desleal” y agregó que por el momento no han surgido inconvenientes técnicos que impidan su emisión.
En el mismo sentido se expresó un operador del Mercado Concentrador de Trelew, ubicado en Chubut. “Elimina la competencia desleal. Si no, se te para un camión en cualquier parte a vender. Acá, por suerte, se está regularizando la venta ilegal”. La realidad de este último mercado, al sur de nuestro país, es que está conformado mayormente por productores y operadores que comercializan hacia dentro de la provincia. No obstante, muchos de los que envían mercadería hacia Río Negro, Neuquén o Santa Cruz, calificaron la medida como "lógica" y hasta “necesaria”.
Desde el Mercado de Neuquén, el operador Maximiliano Flores considera que la aplicación del documento es ante todo “engorrosa” para la práctica cotidiana. “Hacer un DTV no te lleva menos de 20 minutos, si es que la página no se cae. Está pensado para zonas de empaque con pedidos grandes, donde se puede realizar con comodidad este tipo de trámites. Pero en la dinámica de la venta diaria es más complejo”, explica.
En cuanto a la venta informal, Flores tiene una mirada más crítica que sus colegas de Corrientes y Chubut. Entiende que hasta ahora el DTV-e facilita la “caza en la pecera”, es decir, el recrudecimiento de los controles dentro de los mercados. “Nosotros tenemos un control muy estricto dentro del Mercado. Yo no puedo entrar un cajón de cebolla sin DTV-e, pero en la calle no existe ese tipo de control”.
Sin embargo, también reconoce que desde Senasa “están siendo severos” los controles en ruta, exigencia que Fenaomfra planteó con el objetivo de no asfixiar a los puesteros y evitar dirigir las ventas hacia los mercados informales.
Carlos Otrino, secretario del Mercado de Productores y Abastecedores de Santa Fe, contó a InterNos que durante las primeras semanas "no hubo mayores inconvenientes con la aplicación del DTV-e, ya que desde el año 2015 se siguió de cerca su primera implementación y se mantuvieron contactos permanentes con Senasa que permitieron que hoy todo fuera mucho más llano".
Por otro lado, Otrino afirmó que los operadores no tuvieron problemas desde "la compresión de las consignas de la norma" pero si con la página de la AFIP, que en algunas oportunidades requirió "entrar varias veces para poder loguearse y hacer el cierre o la emisión de DTV-e minorista".
Vale decir que la aplicación de esta nueva exigencia sanitaria y fiscal representa un cambio significativo para la formalidad del sector y, según expresan las autoridades nacionales, no habrá vuelta atrás. Resta ver cómo se adaptan los distintos actores de la cadena comercial y cómo son atendidos los problemas específicos que presenta cada Mercado.